Si hay veces en que no puedes levantarte con agilidad y comodidad debido a una molestia en la parte baja de la espalda, no estás solo, pues el dolor lumbar es el padecimiento más común entre los 291 trastornos que afectan la salud de las personas en todo el mundo.

 Durante estos meses en los que millones de personas han debido trasladar sus oficinas a la casa, este padecimiento ha aumentado, debido a que hay gente que trabaja desde el sillón, la silla del comedor o incluso desde la cama, lo cual afecta la postura y, con el tiempo, ocasiona molestias y dolor en la espalda, sobre todo en la zona lumbar.

 La lumbalgia, el padecimiento más frecuente entre los trabajadores, se caracteriza por dolor en la espalda baja, y tiene diversas causas como sobrepeso, sedentarismo, esfuerzos o movimientos súbitos, posiciones corporales incorrectas, estrés y ansiedad.

 Un estudio señala que una de cada 10 personas en todo el planeta, sin importar su edad, sexo u ocupación, presenta dolor en esa parte del cuerpo, y es una dolencia que prácticamente todas las personas sufren en algún momento de su vida.

Aunque es aparentemente algo inofensivo, la incomodidad y molestia que provoca la lumbalgia afecta la calidad de vida de quienes la padecen, al impedir una adecuada movilidad, al entorpecer los movimientos y hacer lento el andar. 

 Las principales causas para padecer dolor de espalda son la mala postura, el sedentarismo y el sobrepeso. El estrés, la ansiedad y la depresión son también factores de riesgo en algunos individuos, así como ciertas condiciones de trabajo en las que se deben cargar o mover objetos pesados, pasar mucho tiempo sentado o agacharse continuamente.

 La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, las molestias se resuelven con medicamentos y reposo; sin embargo, para evitar la reincidencia es necesario un cambio en el estilo de vida, al mantener una postura adecuada, realizar actividad física y mantener un peso saludable. 

 Por otro lado, si vas a seguir con el trabajo desde casa, es importante que tengas un espacio especial y adecuado para ello, pues no es saludable para tu espalda que trabajes horas en el sillón, una silla inadecuada, ni mucho menos en la cama. Consigue un escritorio o mesa con una altura adecuada, así como una silla apta para el trabajo, y sé consciente de mantener una buena postura mientras trabajas.

 De no hacer estos cambios, con el tiempo los episodios de dolor pueden volverse más frecuentes e intensos, e incluso pueden llegar al punto de afectar las actividades cotidianas al limitar la movilidad por las molestias que ocasiona. En los casos más graves, incluso puede progresar a cambios estructurales en la columna que requerirán una cirugía para corregirlos.