Los "terroristas" atacaron una base que compartían el ejército y la Dirección Nacional de Seguridad (NDS por sus siglas en inglés), el servicio de inteligencia afgano, en el distrito de Dawlat Abad, en la provincia de Balkh, cerca de la frontera con Uzbekistán, indicó la misma fuente.

"Como resultado de este ataque, siete soldados murieron y otros tres resultaron heridos", agregó.

También resultaron heridos tres agentes de la NDS también resultaron heridos, declaró el ministerio de Defensa en un comunicado.

Por su parte, los talibanes afirmaron que en el ataque murieron 20 militares, incluidos un comandante.

"Seis soldados resultaron heridos y cuatro fueron detenidos. La base fue capturada", añadió el portavoz talibán Zabihullah Mujahien, en un mensaje en Twitter.

Por lo general, las fuerzas de seguridad afganas y talibanes exageran las pérdidas sufridas por el otro bando y minimizan las suyas.

El ataque se produjo un día después que los talibanes reivindicaran la muerte de un soldado de las fuerzas especiales estadounidenses en la provincia de Kunduz (norte).