La tregua pactada el jueves apenas duró unas horas entre ambos bandos, tras dos días de violencia que se saldaron hasta el momento con la muerte de 34 palestinos.
Israel reconoció este viernes víctimas civiles "inesperadas" en uno de sus ataques contra la Yihad Islámica en Gaza, pero los bombardeos prosiguieron después de que el movimiento islamista lanzara siete cohetes contra su territorio.
La tregua pactada el jueves apenas duró unas horas entre ambos bandos, tras dos días de violencia que se saldaron hasta el momento con la muerte de 34 palestinos.
Poco antes de la entrada en vigor del alto el fuego del jueves, las fuerzas israelíes bombardearon la casa de la familia Abu Malhus en la Franja de Gaza.
Las autoridades israelíes aseguraron que el objetivo era Rasmi Abu Malhus, presentado como un "comandante" de la Yihad Islámica. Pero el movimiento dijo que este hombre "no era un comandante" del movimiento.
Además de Rasmi Abu Malhus, en el bombardeo murieron dos mujeres y cinco niños, según el ministerio palestino de Salud en Gaza.
"Según las informaciones que poseía el ejército en el momento del ataque, no estaba previsto que (el bombardeo) causara víctimas civiles", dijo el ejército en una declaración enviada a la AFP este viernes.
"Las fuerzas armadas israelíes investigan el daño causado a civiles durante este ataque", agregó el ejército.
Supervivientes del ataque, entre ellos niños huérfanos, fueron trasladados a un hospital local.
"Son inocentes y sólo les quedarán recuerdos dolorosos. Necesitarán tiempo para recuperarse" declaró a la AFP Eid Abu Malhus, familiar de las víctimas, mientras intentaba consolar a uno de los supervivientes.
Tras este controvertido episodio, siete cohetes cayeron en territorio israelí. A lo largo de esta semana, más de 450 proyectiles han caído en territorio israelí.
Los portavoces militares advirtieron que esa "violación del alto el fuego" justificaban los nuevos ataques aéreos. Las fuerzas israelíes, dijeron, bombardearon "un centro de fabricación de cohetes" en el sur de Gaza.
"Estamos dispuestos a intervenir tanto como sea necesario contra todo intento de hacer daño a los civiles israelíes", dijo el ejército.
El bombardeo dejó al menos dos heridos que fueron hospitalizados en el sur del enclave, según el ministerio de Salud de Gaza.
Esta nueva oleada de violencia en la Franja de Gaza se desencadenó principalmente por la muerte en un ataque aéreo, el pasado martes, de Baha Abu al Ata, un comandante de la Yihad Islámica.
El ejército israelí le acusaba de ser el responsable del lanzamiento de cohetes y otros proyectiles.
La tregua lograda el jueves había sido negociada en El Cairo, con la mediación del emisario de Naciones Unidas para Oriente Medio, Nickolay Mladenov. Egipto tiene una gran influencia en Gaza y mantiene relaciones oficiales con Israel.
En un intento de mantener la calma, las manifestaciones palestinas del viernes previstas como cada semana frente a la frontera con Israel fueron suspendidas. Estas protestas, llamadas "marcha del retorno", piden cada viernes el fin del bloqueo israelí y el retorno a de los palestinos que tuvieron que salir de sus casas en 1948, tras la creación del Estado de Israel.
Desde la primavera de 2018, el ejército israelí ha matado al menos a 311 palestinos en estas manifestaciones en la frontera.
Sí que estallaron incidentes en cambio en Cisjordania, donde manifestantes se enfrentarona a la policía israelí, que los dispersó con gases lacrimógenos.