Medios turcos afirmaron que Recep Tayyip Erdogan rechazó la misiva y la tiró a la basura. Sin embargo, terminaron acordando un alto el fuego.
"No sea tonto", advirtió el presidente Donald Trump a su par turco, Recep Tayyip Erdogan, en una carta enviada el día que Turquía lanzó su incursión contra los kurdos en el norte de Siria, alertándolo de que corría el riesgo de que la historia lo tachara de "demonio".
Tres días después de que aparentemente dio luz verde a la invasión al retirar a los militares estadounidenses de la región dominada por los kurdos, Donald Trump le dijo a Erdogan que arruinaría la economía de Ankara si la invasión llegaba muy lejos.
En la carta fechada el 9 de octubre, cuya autenticidad fue confirmada por la Casa Blanca, y que carece de toda sutileza diplomática, Trump afirma: "Usted no quiere ser responsable de la matanza de miles de personas, y yo no quiero ser responsable de la destrucción de la economía turca, y lo haré".
"La historia lo mirará de manera favorable si hace esto bien y de manera humana", dijo Trump. "Lo verá siempre como un demonio si no pasan cosas buenas".
Y agrega que un "gran acuerdo" es posible si negocia con Mazloum Abdi, jefe de las Fuerzas Democráticas Sirias, lideradas por los kurdos, a quien Turquía ha calificado de "terrorista" por sus vínculos con los militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en Turquía.
"No se haga el duro. No sea tonto", y termina agregando: "Lo llamaré más tarde".
Según contó una fuente diplomática turca al diario Hürriyet, Erdogan "tiró la carta a la basura" y ese mismo día lanzó la ofensiva militar contra la milicias kurdosirias en el noreste de Siria.
Finalmente, Estados Unidos y Turquía acordaron esta tarde un alto el fuego en la ofensiva contra las milicias kurdas en Siria, y trabajar en favor de una zona segura y en la protección de las minorías.
El plan incluye la retirada total de soldados de EEUU de la región y la entrada del Ejército Árabe Sirio, en sustitución de las milicias kurdosirias, que tendrán 5 días para replegarse.
El acuerdo contempla el establecimiento de una zona de seguridad de 32 kilómetros y el aporte de EEUU en la evacuación de los combatientes kurdos. Además, Washington no impondrá nuevas sanciones a Ankara y hasta dejará sin efecto las ya impuestas si el entendimiento avanza según lo pactado.
Los anuncios le correspondieron a Pence, que se erigió como mediador de la cuestión, y que fue el vocero del acuerdo, al que se llegó en una reunión de 4 horas con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en Ankara, en la que participó también el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo.
El pacto incluye una obligación para Turquía de no emprender ninguna operación contra la ciudad kurda de Kobani, situada en la frontera sirio-turca.