El presidente ruso Vladímir Putin, ordenó analizar el nivel de amenaza que representa para Rusia el misil que recientemente puso a prueba Estados Unidos, como también el preparar "medidas integrales para una respuesta simétrica". 

El hecho de que Estados Unidos realizará la prueba tan solo 16 días después de la cancelación oficial del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés) para Putin, demuestra que "no fue una improvisación, sino un eslabón más en la cadena de acciones que se habían planeado y se habían llevado a cabo antes".

En una reunión con miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Rusa, Vladimir Putin dijo que fue una "campaña de propaganda" para encubrir sus propias violaciones.

Las acciones de Estados Unidos, "confirma la validez" de las preocupaciones de Moscú en sobre que Washington "llevaba mucho tiempo involucrado en la creación de armas prohibidas por el Tratado INF".

Putin alertó que "todo esto no ofrece dudas sobre cuáles son los verdaderos planes de Estados Unidos: deshacerse de las restricciones establecidas y desatarse las manos para desplegar misiles previamente prohibidos en varias regiones del mundo".

Sin embargo, el Presidente Ruso dijo que no han querido, ni querrán involucrarse en una carrera armamentista costosa y destructiva para la economía de Rusia. Referente a ello el país ocupa el séptimo lugar en términos de gasto en Defensa, a diferencia de los novedosos armamentos de Estados Unidos.

Y es que el hecho que se diera una prueba con un misil prohibido, después de retirarse del tratado INF, solo demuestra que el único propósito de estas acciones era "encubrir" las violaciones del acuerdo cometidas por el propio Washington y "su intención inicial de retirarse de él", dijo Putin.

Lo que si, Vladimir Putin señaló que Rusia sigue abierta a "un diálogo igualitario y constructivo" con Estados Unidos para "restablecer la confianza y fortalecer la seguridad internacional".