La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) condenó en términos contundentes al Gobierno bahreiní por haber ejecutado a dos reos sentenciados a la pena capital por terrorismo, y a un tercero, por homicidio.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) condenó en términos contundentes al Gobierno bahreiní por haber ejecutado a dos reos sentenciados a la pena capital por terrorismo, y a un tercero, por homicidio.
"Condenamos enérgicamente la ejecución, el 26 de julio en Manama, de dos ciudadanos de Bahréin, Alí Mohamed Hakeem al Arab, de 25 años, y Ahmed Isa al Malali, de 24. Las ejecuciones se llevaron a cabo el viernes [el 26 de julio] por la noche, a pesar de la preocupación expresada por el Alto Comisionado acerca de de las declaraciones públicas previas de expertos en derechos humanos de la ONU en relación con los alegatos de que las "confesiones" de estos hombres se habían obtenido mediante tortura, y acerca de la falta de garantías procesales y garantías de un juicio justo. Un tercer hombre, un trabajador migrante, también fue ejecutado después de ser condenado por asesinato", señaló el portavoz del organismo, Rupert Colville.
El Tribunal de Casación convalidó en mayo pasado la sentencia a muerte contra Arab y Malali, a pesar de que ambos indicado claramente haber sido torturados para confesar crímenes que no habían cometido.
En su declaración, Colville también manifiesta su "gran preocupación por el futuro de otros detenidos que permanecen en el corredor de la muerte en Bahréin y corren el riesgo de ejecución inminente".
"Hacemos un llamado al Gobierno de Bahréin para que detenga todas las ejecuciones pendientes y garantice un nuevo juicio a estos y otros acusados cuyos derechos pueden haber sido violados", resaltó.
Según la prensa bahreiní, Al Arab y Al Malali pertenecían a una trama terrorista a la que se unieron 12 personas en otros países como Irán, Irak y Alemania y planeaban sumarse otras 40 en el territorio bahreiní, supuestamente para perpetrar atentados en Bahréin.
El pasado año, según el movimiento Amnistía Internacional, en Bahréin había 12 condenas a muerte registradas aunque no se llevó a cabo ejecución alguna.