El petrolero ruso Nika Spirit, detenido el 25 de julio por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), está en un astillero del puerto de Izmaíl, en la región ucraniana de Odesa.
El petrolero ruso Nika Spirit, detenido el 25 de julio por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), está en un astillero del puerto de Izmaíl, en la región ucraniana de Odesa.
"El buque está detenido, estacionado en un astillero del puerto de Izmaíl", dijo un representante del RPSM.
Unas fuentes del sector naval entrevistadas por Sputnik suponen que se trata de un antiguo centro de mantenimiento técnico de buques.
El 25 de julio el SBU informó haber detenido el petrolero ruso Nika Spirit en el puerto de Izmaíl.
Kiev afirma que anteriormente el petrolero se llamó NEYMA y que participó en el supuesto bloqueo de buques ucranianos en el estrecho de Kerch.
El 26 de julio trascendió que los miembros de la tripulación del Nika Spirit regresaron a Rusia.
Una fuente de la Cancillería rusa dijo a Sputnik que recurrirá a todas las medidas legales para que se devuelva el buque.
El 25 de noviembre de 2018, tres barcos de la Marina de Guerra ucraniana violaron la frontera rusa al entrar en una zona provisionalmente cerrada del mar Negro y avanzaron hacia el estrecho de Kerch, que separa la península de Crimea del resto del territorio ruso.
Los buques ucranianos realizaron maniobras peligrosas e hicieron oídos sordos a la exigencia de parar, por lo que fueron detenidos junto con sus 24 tripulantes.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó el incidente de provocación, señaló que entre los tripulantes de los buques infractores se encontraban dos agentes del SBU, quienes de hecho estuvieron dirigiendo la operación y subrayó que los guardias fronterizos rusos estaban cumpliendo su deber profesional.