Bélgica procura dar lecciones a otros Estados mientras desprecia las normas democráticas, declaró el jefe del opositor Partido Popular belga, Mischaël Modrikamen.
Bélgica procura dar lecciones a otros Estados mientras desprecia las normas democráticas, declaró el jefe del opositor Partido Popular belga, Mischaël Modrikamen.
"Bélgica intenta dar lecciones de democracia a Rusia, Hungría y otros países, pero de los siete partidos francófonos del país solo seis consiguen salir por televisión, al nuestro le niegan sistemáticamente la posibilidad de participar en los debates televisivos", dijo el político a Sputnik.
El motivo a su juicio es que el Partido Popular mantiene una posición "prorrusa" y al mismo tiempo escéptica con respecto a la Unión Europea, lo que no gusta en diversos medios.
Es muy difícil dedicarse a la política sin tener acceso a la televisión, se quejó.
"Antes de dar lecciones de democracia a otros, se debe garantizar el respeto a sus normas en su propio país", resumió.
Según un reciente sondeo, en las elecciones parlamentarias que se celebrarán en Bélgica este mes de mayo el Partido Popular puede reunir el 5,9% de los votos, en 2014 su resultado fue del 5,15%.
"Si conseguimos el apoyo de un 7 o un 8% del electorado, significará que hemos trabajado bien", agregó Modrikamen.