Sánchez quiere gobernar en solitario pero Iglesias le exige una coalición estable. Las negociaciones no empezarán hasta después de las elecciones locales del 26 de mayo
Va a ser un pulso largo, y marcará el arranque del nuevo Gobierno. No será estridente, pero puede llegar a ser muy duro, porque los dos se juegan mucho. Pedro Sánchez, eufórico por su victoria electoral, que devuelve el liderazgo al PSOE 11 años después de perderlo y le permitirá con toda probabilidad seguir en La Moncloa, está decidido a intentar gobernar en solitario, y así se lo ha trasladado a Pablo Iglesias. Pero el líder de Unidas Podemos le ha dejado muy claro en público y en privado que esta vez no le dará el apoyo gratis y quiere entrar en el Gobierno. Lo dijo muy claro el domingo, aunque sabe que esta será una batalla larga y evitará meter presión a diario.