El incentivo económico estará disponible hasta el próximo 24 de julio. McKee fue abatida por disparos de un hombre enmascarado del grupo disidente Nuevo IRA.
El asesinato a tiros de una periodista en Irlanda del Norte consternó a Reino Unido. Luego de que el grupo disidente Nueva IRA admitió la responsabilidad por la muerte de la norirlandesa Lyra McKee, una ONG ofreció una recompensa de 10.000 libras (11.558 euros) a quien aporte información que lleve a la detención de los asesinos.
Según la ONG Crimestoppers, la recompensa puede "ser decisiva" para lograr que "los seres queridos de Lyra y a toda la comunidad" obtengan "las respuestas que merecen".
Al respecto, un vocero de la ONG Crimestoppers aseguró: "Esta muerte conmocionó a Irlanda del Norte y también recibió una condena internacional. McKee solo estaba haciendo su trabajo como periodista independiente".
El incentivo económico estará disponible hasta el próximo 24 de julio y se pagará a quien ofrezca "información que conduzca directamente" a la "detención y condena" de los responsables de la muerte de McKee, de 29 años.
La periodista fue abatida por disparos de un hombre enmascarado del grupo disidente Nuevo IRA -heredero del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) opuesta al proceso de paz-, mientras observaba junto a un vehículo policial los disturbios ocurridos el pasado 18 de abril en Derry, al noroeste de la provincia británica.
La periodista era editora del portal con sede en California Mediagazer, especializado en noticias del sector de los medios de comunicación, así como una figura relevante y muy querida entre la comunidad gay de Irlanda del Norte, que veía en ella un referente y una incansable defensora de los derechos de su colectivo.
Cientos de personas la despidieron el miércoles durante una ceremonia celebrada en su Belfast natal, que incluyó una misa en la Catedral de Santa Ana a la que asistieron los primeros ministros de Irlanda y el Reino Unido, Leo Varadkar y Theresa May, respectivamente.
También estuvieron presentes el líder de la oposición británica, el laborista Jeremy Corbyn, y los dirigentes políticos norirlandeses, a los que los religiosos que dirigieron la ceremonia pidieron que reanuden su diálogo para evitar que los violentos desestabilicen el proceso de paz.
La salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) revivió las tensiones en las relaciones con la vecina Irlanda, al tiempo que este divorcio divide a la sociedad norirlandesa.