El plazo de dos años y medio que establece la Ley, respecto a la prisión preventiva del único imputado por la causa se cumple en abril, pero ya fue fijada la audiencia para pedir la prórroga.
Piel desgarrada bajo las uñas, los restos de la última pelea, intentando aferrarse a la vida, aquella que un cobarde arrebató. Acto siguiente, el mismo canalla transpirando en el silencio de la montaña, intentando ocultar con piedras el desastre que cometió. En un plano paralelo, el celular sin respuesta, la angustia de una madre ante las horas mudas, la puerta que no se abre, la voz que no contesta y al final, la caída al abismo: Julieta muerta.
El femicidio de Julieta González, la chica de 21 años que fue asesinada en la semana fatídica de septiembre de 2016, en la que murieron Janet Zapata, Ayelén Arroyo y Florencia Peralta, víctimas del mismo delito, causó un impacto radical en la sociedad mendocina. Ahora la causa llega a la instancia final.
La novedad es que ya hay fecha para el inicio del debate por el femicidio de Julieta González. Será el 30 de abril a las 8:30; el 2 de mayo a las 8:30; el 3 de mayo a las 8:30; el 6 de mayo a las 7:30 y el 7 de mayo a las 7:30.
Cabe destacar que el 12 de abril de este año Andrés Di Césare cumple dos años y medio en prisión preventiva, el plazo máximo que dispone la Ley. No obstante, la fiscal Claudia Ríos confirmó que ya fue confirmada la audiencia para solicitar la prórroga, la cual se llevará a cabo el próximo 8 de abril.
Julieta desapareció el 21 de septiembre de 2016 y su cadáver fue encontrado el 25, cerca del penal de Cacheuta. El principal sospechoso es Andrés Di Césare, un joven con el cual mantenía una relación amorosa. El imputado, hijo de un importante empresario de transporte, fue detenido en octubre de ese año y desde entonces, aguarda tras las rejas que el caso llegue a juicio.
Respecto a la causa, Di Césare declaró en enero de 2018 ante la fiscal Ríos y dijo que es inocente. Sostuvo que el 21 de septiembre él mantuvo una discusión con la joven, ella lo arañó y él la golpeó y le hizo sangrar la nariz. Luego la llevó unas cuadras en su auto y la dejó. Afirmó que fue la última vez que la vio. La sangre en el vehículo y la piel bajo las uñas de la víctima, las principales pruebas de la querella, encajaría en el relato aunque hay que mencionar que Di Césare hizo esta declaración un año y cuatro meses después del hecho.
En la causa hay también un testimonio de mucho peso. Di Césare dijo a la Justicia que el día que se encontró con González y pelearon ella había ido a correr y vestía un buzo e indumentaria deportiva. Sin embargo, testigos afirman que la vieron antes de reunirse con el joven, vistiendo ropa casual, estilo animal print, muy diferente a la ropa deportiva que declaró Di Césare. Y la descripción de la ropa que hicieron los testigos es la misma con la que fue encontrado el cadáver.
Será la Justicia la que determine, en el próximo mes de mayo, si Andrés Di Césare es el responsable de acabar con la vida de la joven mamá maipucina.