La ministra Patricia Bullrich obtuvo el aval del Presidente para que se utilicen armas eléctricas aeropuertos y trenes. En 2010 su uso fue objeto de una fuerte polémica que terminó judicializada.
Según consignó Clarín este viernes la ministra Patricia Bullrich ya cuenta con el aval de Macri para equipar a las fuerzas de seguridad con las polémicas Taser. "En una primera instancia se utilizarán en aeropuertos y en los trenes. La idea es hacerlo en lugares de aglomeración donde sólo se puede recurrir al uso de las armas letales en última instancia" explicaron fuentes del Ministerio de Seguridad a ese medio.
No descartaron sin embargo que en el futuro, si se obtienen buenos resultados, se extienda su uso a otros espacios públicos.
Cuando estaba al frente del gobierno porteño Macri intentó incorporarlas a la entonces Policía Metropolitana. Sin embargo distintos organismos y referentes de Derechos Humanos objetaron su utilización por considerarlas elementos de tortura que incluso pueden provocar la muerte.
En su momento la justicia prohibió su uso y jamás se utilizaron pero en 2016, con Macri ya en la Casa Rosada, la Corte Suprema de Justicia avaló su uso.
Las Taser inmovilizan de forma instantánea por medio de una potendte descarga eléctrica que genera múltiples contracciones musculares por segundo. Tiene un alcance de hasta 8 metros y, para evitar daños físicos en quien recibe la descarga, los especialistas aconsejan evitar la zona de los ojos.
Así es el disparo de una pistola Taser:
Aunque se utiliza en muchos países del mundo hay instalada una polémica no resuelta aún acerca de la tortura que implica aplicar esa descarga eléctrica en una persona además de su capacidad letal, ya que en muchos casos quienes fueron alcanzados por una Taser sufrieron un paro cardíaco y murieron.
En un primer momento el Ministerio de Seguridad adquiriría unas 300 pistolas a un valor de 3 mil dólares cada una. A eso se deberá sumar el costo de la capacitación del personal, de la Policía Federal y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que puede duplicar el costo de la inversión inicial, que en forma global orillaría los 3 millones de dólares.