La terminal presidencial será trasladada desde su ubicación junto a la avenida Costanera hacia un área aledaña a la autopista Illia; más espacio para los vuelos comerciales
Durante enero, el aeroparque metropolitano tendrá un movimiento de 388 aviones por día que transportarán unos 40.000 pasajeros, de acuerdo con los promedios de los últimos años. Como todas las temporadas altas, el primer mes del año será demandante y pondrá al límite la operatividad de la terminal porteña, que recibirá a esos cientos de miles de turistas en pleno proceso de transformación. Las obras le permitirán expandir hasta un 10% la cantidad de vuelos diarios.
El plan integral comenzó hace unos meses y se ve reflejado en el relleno que está creciendo sobre el Río de la Plata desde el espigón Puerto Argentino, en el que fue finalmente reimplantado el Monumento a Cristóbal Colón, tras la larga polémica desatada por su remoción de la Casa Rosada. Los camiones y las máquinas retroexcavadoras acomodan tierra y escombros para preparar el espacio donde se construirá un estacionamiento subterráneo para 600 vehículos. Pero los trabajos también están concentrados en la plataforma Aeroestación Militar Aeroparque (AMA), que concentra toda la actividad aérea presidencial, entre otros usos.
El edificio, inaugurado en la década del 80, se trasladará para dejar libres 1400 metros cuadrados en los que se ubicarán nuevas posiciones destinadas a aviones de servicios comerciales. La AMA se mudará al sector en el que operan hoy los vuelos privados, cerca de los cuatro hangares que dan la espalda a la autopista Illia. Ese nuevo sector será más moderno, aunque más chico, con tan solo 500 metros cuadrados.
La terminal presidencial había sido reacondicionada el año pasado para ampliar su capacidad y recibir a las comitivas internacionales que estuvieron en la Conferencia Ministerial de la OMC y la Cumbre del G-20. El Ministerio de Transporte de la Nación, junto a Aeropuertos Argentina 2000, realizó una inversión de $6.000.000. Dentro de dos semanas empezará la demolición de esas instalaciones y las operaciones se trasladarán a la nueva construcción, que estará lista para ese momento.
La AMA tiene tres áreas fundamentales de trabajo: Operaciones Presidenciales, Servicio Meteorológico y Planes de Vuelo, en las que trabajan unas 200 personas. Toda la actividad se llevará a la flamante terminal, que tendrá un acceso exclusivo por la avenida Sarmiento: la puerta llamada Bravo, que era el ingreso a los hangares de vuelos privados. Con los cambios, los pasajeros de esos servicios particulares deberán ingresar por la terminal habitual de pasajeros, que da a la Costanera, y luego desplazarse en un vehículo autorizado hasta el punto de despegue.
Antes de la demolición, un tanto resistida por las fuerzas militares, el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) había generado espacio para ubicar tres nuevas posiciones para aviones comerciales que están activas desde el 2 de diciembre, cuando finalizó el G-20. Durante la cumbre, la AMA recibió a varias de las comitivas participantes.
Esas posiciones se sumaron a las 30 que ya tenía el Aeroparque Jorge Newbery, aunque la ampliación no se detendrá en ese número. Con la desaparición del edificio se ganará una posición más y durante 2019, en una fecha que aún no se precisó, habrá otros cuatro espacios donde funciona hoy el estacionamiento norte, que será cerrado; cuando el proyecto finalice habrá 38 espacios. Mientras no se concrete la mudanza de la AMA, ese sector seguirá operándose en coordinación entre el aeroparque y las Fuerzas Armadas por si surge la necesidad de un uso presidencial.
"La cantidad de posiciones es el principal déficit del aeroparque. El congestionamiento no está en la pista, sino en los espacios, en lo que necesita el avión después de aterrizar. Esta reforma pone en orden la prioridad de los aeropuertos, que son los pasajeros", opinó el presidente del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos, Patricio Di Stéfano.
En el Aeroparque Jorge Newbery operan las compañías Aerolíneas Argentinas , Latam, Avianca, Andes, Amazonas, Gol y Norwegian. Es la terminal aérea que más pasajeros recibe en el país: más de 13 millones de personas lo utilizan cada año en vuelos nacionales e internacionales, según datos oficiales. El cuello de botella se produce entre las 6 y las 10 de la mañana y de 16 a 21, dos momentos del día en los que se debe restringir la operación de los aviones.
Antes de la ampliación la plataforma comercial contaba con una superficie de 107.500 m2, a los que se agregaron 5000 m2 mediante la incorporación de las tres posiciones mencionadas. Y se sumarán otros 7800 m2 cuando se derribe la actual AMA. Además, con el cierre del estacionamiento norte, de 1700 plazas, se añadirán otros 38.000 metros cuadrados.
"El aeroparque seguirá creciendo porque, gracias a la revolución de los aviones, cada vez mas argentinos pueden volar. Todo el crecimiento que estamos generando necesita nueva infraestructura. Llevamos adelante la inversión más importante que alguna vez se haya hecho en los aeropuertos de todo el país", sintetizó el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich. "Para poner un ejemplo: en los 18 años previos a nuestra gestión se habían construido siete terminales. Nosotros terminaremos nuestro mandato con 23 terminales nuevas y en proceso", agregó.
El traslado de la plataforma AMA es solo una parte del proyecto integral de renovación del aeroparque, que tiene un presupuesto inicial de $5000 millones. Quizás el cambio más visible sean las seis hectáreas de superficie que se ganarán al Río de la Plata, que ya están mostrando sus primeras transformaciones.
El punto más alejado de la Costanera actual estará a 80 metros, a la altura de la península en la que se alza el conjunto escultórico de Colón. En ese macizo de escombros se generará espacio para el estacionamiento subterráneo que reemplazará el parking norte.
El objetivo principal con esta iniciativa es mejorar la operación y movilidad en el entorno del Aeroparque Jorge Newbery, inaugurado en 1947 sobre terrenos ganados al río. El relleno es el primer paso de un master plan que contempla el corrimiento de toda la traza de la avenida Rafael Obligado, las vías de acceso de taxis y vehículos particulares para dejar o retirar pasajeros y, además, el hall principal del aeropuerto. Estas reformas apuntan a convertirlo en la más completa terminal aérea urbana de la región.