En la homilía que cerró la peregrinación virtual, el arzobispo porteño hizo alusión al clima de tensión social. Pidió por los pobres, el personal sanitario y las fuerzas de seguridad.
En la misa con la que finalizó la peregrinación juvenil a Luján --que por primera vez fue virtual por la pandemia de coronavirus--, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, le pidió a la Virgen María “por la paz” en la Argentina y señaló que la Madre de Dios “no quiere que los argentinos se maltraten”, en una implícita referencia al clima de confrontación política y tensión social que envuelve al país.
Dentro de una basílica sin fieles y acompañado de unos pocos obispos y sacerdotes, Poli también le pidió a la Virgen María que interceda ante Dios para que “libre a la humanidad de esta prueba”, en alusión a la pandemia y “por los pobres, por los que perdieron el trabajo, por el personal sanitario, las fuerzas de seguridad y todos los que debieron volver al trabajo”.
Seguido por streaming a través de una cuenta de YouTube y por las redes sociales como parte de la mega transmisión de la marcha, también rogó por “por los enfermos y los que perdieron a sus seres queridos” y por los migrantes, e invitó a “una acción de gracias por el don de la vida y por todos los que se pusieron al hombro el cuidado de los demás”.
Por otra parte, Poli señaló en referencia al santuario que “es aquí donde los peregrinos nos soltamos a llorar de alegría por el encuentro con la Virgen” y se preguntó: “¿Qué misterioso encanto posee esta imagen de 37 centímetros? ¿Cómo sabe atraer a tantos hijos e hijas?”.
Fieles que se acercaron a la Basílica a venerar a la Virgen de Luján, este sábado. Foto Juano Tesone
“Ella sabe tocar el corazón sin herirlo y provocar muchas conversiones”, añadió, y subrayó que “aquí somos una familia y renovamos la fraternidad”.
Este año, por la pandemia, la Iglesia pidió muy especialmente a los fieles que no se acercaran a San Cayetano, en Liniers, desde donde partió la imagen este sábado a la mañana, como cada año. La diferencia fue que siempre la escoltaban miles de fieles caminando hacia el Oeste y esta vez la imagen salió en una camioneta, sin ninguna identificación, para desalentar también a la gente que se acercara a venerarla durante el trayecto.
Hubo fieles que se acercaron a la basílica, con barbijo y distanciamiento, para ver a la Virgen a través de una reja y recibir la bendición también con distancia, pero no hubo aglomeraciones.
La mayoría de los seguidores de la Virgen "caminaron" online, siguiendo por las redes las distintas paradas que se hicieron simbólicamente para elevar intenciones, y también subiendo a Instagram fotos de los pequeños altares que armaron en sus casas para ser parte de la tradicional celebración.
Fuente: Clarin