Un grupo de investigadores logró que las telas con activos antivirales, bactericidas y fungicidas lo inhabiliten en menos de cinco minutos.Candela Martín
Un equipo de investigación del CONICET, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) desarrolló un “superbarbijo” de uso social con activos antivirales, bactericidas y fungicidas que reduce los riesgos de contagios e inhabilita el coronavirus en muy pocos minutos.
Contado así parece puro marketing pero, como dicen, a veces la realidad supera la ficción.
“Los estudios realizados mostraron que estas telas tienen la capacidad de inhibir coronavirus similar al SARS-CoV-2 en menos de cinco minutos”, explicó Ana María Llois, doctora en Ciencias Físicas, investigadora principal del Conicet y directora del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología; y una de las personas que dirigió el proyecto.
Las propiedades antimicrobianas de este barbijo fueron testeadas con éxito por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y su acción antiviral fue chequeada por el Instituto de Virología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
El barbijo, que se comercializa bajo el nombre de Atom-Protect, ya está a la venta y se puede adquirir a partir de las 10 unidades por un costo aproximado de 375 pesos cada una.
Las propiedades del "superbarbijo" que inactiva la carga viral en menos de cinco minutos.
“Estos barbijos son distintos a los comunes que uno puede hacer en su casa o que compra en cualquier lugar porque tiene aditivos; las telas contienen sustancias y activos antivirales y antibacteriales. Se trata de una innovación total”, remarcó Llois.
Las telas tienen un tratamiento que consiste en la incorporación de un polímero que lleva adentro activos iones de plata (bactericidas) y de cobre (antivirales).
La que está en contacto con la piel es además auto sanitizante, por lo que no solo disminuye simultáneamente la probabilidad de infectarse y la posibilidad de contagiar a otros; sino que por sus propiedades bactericidas y anti hongos también es más higiénica y evita que quien usa el tapabocas respire sus propios gérmenes. Esto permite que se lo pueda usar muchas horas seguidas.
Por la misma razón, también se reduce el riesgo de que una persona termine contrayendo una infección por tocarse el barbijo con las manos, aunque hacerlo nunca es aconsejable.
A esto se suma el hecho de que, al estar fijados mediante materiales poliméricos, los activos antivirales, fungicidas y anti bacterianos se mantienen en la tela, inamovibles, tras al menos quince lavados.
“Se realizaron pruebas que mostraron que Atom-Protect no es citotóxico; lo que resulta importante en un producto que está en permanente contacto con la piel”, agregó Llois.
¿Protegen más que los barbijos caseros o los comprados en comercios de cercanía? Sí. “Van a disminuir la carga viral con este tipo de protección. El barbijo común protege a los demás; la función adicional del Atom-Protect es cuidarme yo mismo y prevenirme yo de un posible contagio”, amplió Llois.
Aunque actualmente es difícil encontrar a alguien en la calle que no esté usando barbijo, existen variaciones e incluso mal uso del mismo.
Gente que deja la nariz afuera, los que se resisten a comprarlo y lo reemplazan por antifaces de algún viaje en avión que hoy quedó en el recuerdo y hasta hay quienes prefieren confeccionarlo de forma casera tejiéndolos al crochet, donde la protección termina siendo nula.
“Si todos usaran barbijos en la boca y la nariz hoy sería otra la historia”, analizó Llois sorprendida ante los diferentes “inventos” para salir a la calle y destacó que es mejor “tener un barbijo de trama cerrada y no tramas abiertas en la tela” y que “varias capas siempre es mejor que una”.
Y recordó la fórmula infalible en este contexto: distancia social, barbijo y lavado de manos.
Las telas utilizadas para la fabricación de estos superbarbijos son tejidos de algodón poliéster -como el de las sábanas- que adquieren la propiedad de inactivar virus y matar bacterias y hongos por ser tratadas con diversos productos antivirales y anti microbianos que desarrolló el equipo de investigación.
La capa de tela interior del barbijo –la que queda en contacto con la boca y la nariz- incorpora iones de plata y otros compuestos fungicidas y anti bacterianos, junto con materiales poliméricos que permiten la retención de estos activos.
Un detector de electrones retrodifundidos muestra en la tela los puntos brillantes que corresponden a partículas metálicas, de acción antiviral.
La capa de tela externa es tratada con un producto que contiene iones de cobre –que son los que le brindan al tapabocas la acción antiviral-, compuestos fungicidas, bactericidas y polímeros.
¿Si se lavan los barbijos esas propiedades se esfuman? Recién luego de 15 lavados con agua fría y jabón los compuestos pierden su efecto. Al igual que los barbijos de uso social hay que lavarlos cuando están sucios, no cada vez que uno sale a la calle a hacer compras por un corto período de tiempo y vuelve al hogar.
Llois destaca que la acción antiviral y antibacteriana de los activos con que se trata la tela para fabricar estos barbijos es casi inmediata, una vez que los patógenos entran en contacto con ella.
Las pruebas realizadas en el INTI mostraron que luego de dos minutos el número de bacterias se reducía tanto que no era posible contarlas. Además, se constataron en el INTI las propiedades fungicidas.
“En el Instituto de Investigación de Virología del INTA se hicieron los testeos de las telas contra varios virus, y se comprobó que en un período de dos horas su acción antiviral era excelente. Pero además se realizó una prueba específica para ver su capacidad para inhibir un Coronavirus similar al SARS-Cov-2 en un intervalo de solo cinco minutos, que es el tiempo mínimo de testeo, y los resultados no pudieron ser mejores. Dicho de forma simple: el Atom-Protect desactiva virus en menos de cinco minutos”, señala Llois.
Lo particular de esta iniciativa es que, a diferencia de lo quie suele ocurrir, la empresa fue la que propuso el desarrollo. “Nosotros estábamos trabajando en otro proyecto por el cual habíamos formado el equipo para desarrollar barbijos médicos tipo N-95. Teníamos el proyecto preparado cuando el dueño de esta empresa se contactó con el grupo porque quería fabricar barbijos con algo diferencial y se le ocurrió introducir nanopartículas de plata. Pero nuestra propuesta fue superadora porque incorporamos agentes antivirales”, contó Llois a este diario.
La empresa aceptó la propuesta y se firmó un convenio con el Conicet para hacer el desarrollo. En tan sólo un mes y medio estaba listo. “Hace dos semanas se firmó la licencia exclusiva del Conicet hacia la empresa para que pueda comercializar las telas”, contó Llois.
La urgencia de la pandemia llevó a que becarios doctorales y postdoctorales tuvieran que ir a la fábrica ubicada en el partido bonaerense de La Matanza para poder conocer de cerca los equipos y los procesos con los que trabajan, realizar pruebas a escala industrial y así realizar la transferencia.
Llois reveló: “En el laboratorio se trabaja en pedacitos muy pequeños de tela, pero en la fábrica son miles de metros, en grandes máquinas. Se pasó a escala la producción, para adecuar los procesos y que el resultado fuera el mismo. Los becarios, investigadores jóvenes y estudiantes que iban a la fábrica se comunicaban a través de whatsapp y videollamadas con quienes dirigíamos el proyecto”. Un signo de estos tiempos.
El acuerdo tiene también un fin solidario, ya que durante los primeros seis meses de producción, la empresa va a donar el 10 por ciento de las telas que produzca a pequeños talleres del conurbano bonaerense, que confeccionarán barbijos para otorgar de forma gratuita a personas que no se encuentren en condiciones de comprarlos.
En la dirección del proyecto, junto con Llois, también estuvieron Silvia Goyanes, investigadora del CONICET en el Instituto de Física de Buenos Aires (IFIBA, CONICET-UBA), Roberto Candal, investigador principal del Conicet y secretario de investigación del IIIA, y Griselda Polla, directora del Equipo de Vinculación y Transferencia del IIIA. Además participaron, por parte del Conicet, la investigadora independiente Lucía Famá (IFIBA) y los investigadores asistentes Lucas Guz y Patricio Carnelli (ambos de IIIA).
- La tela contiene activos antivirales, bactericidas y fungicidas que reducen los riesgos de contagio.
- Las propiedades de la tela quedan activas hasta por 15 lavados.
- Se lava con agua fría y jabón blanco cuando está sucio (no cada vez que se utiliza), como cualquier otro barbijo casero y de uso social.
- Recomiendan pnérselo como máximo ocho horas seguidas.
- Ya está disponible para la compra en https://atomprotect.mitiendanube.com/productos/
-Diez barbijos es la cantidad mínima para comprar a un costo de 324 pesos por unidad. Comprando la caja de 40 tapabocas cada uno pasa a valer 268,50 pesos.
- En la página oficial advierten que hay una espera de entre 7 y12 días para preparar el pedido, más el tiempo de envío según el medio elegido.
Con información de CONICET.
Fuente: Clarín