Sería para trabajadores de la economía popular, informales y para aquellos que tienen trabajos precarios y no cuentan con cobertura social.
"Esta propuesta ha sido apoyada por la Comisión para América Latina de las Naciones Unidas; hay una gran sensatez en sentarnos para pensar, y ´repensar´ el mundo que vamos a vivir, para regenerarlo, para volverlo a hacer de nuevo y aprovechar esta oportunidad, no para echarnos las culpas unos a otros, no para acentuar nuestras divisiones y nuestras heridas históricas, porque ante un peligro común tenemos que unirnos", agregó en declaraciones a través de un videomensaje para la Oficina de comunicación y prensa de la Conferencia Episcopal Argentina.
Monseñor Ojea dijo que: “Hoy es el peligro de la pandemia que se ha salido de madre, que no podemos controlar. Mañana será el gran problema del hambre y de la desocupación. Tendríamos que sentarnos todos a la mesa a repensar, incluso aquellos que trabajan en la economía popular no pueden seguir recibiendo subsidios considerándose como asistidos, sino que tienen participar activamente del proceso y sentarnos todos para poder escucharnos y unirnos”.
“Hemos celebrado los 200 años de Manuel Belgrano, la Iglesia Católica celebra la beatificación de Fray Mamerto Esquiú, dos figuras que amaron tanto a la Patria y que amaron inmensamente a los pobres con una gran fe en Jesús y la Virgen. Aprovechemos estos dos grandes ejemplos para poder plantear para el país una mesa grande en la que nos podamos sentar todos para pensar como salimos”, concluyó.