La fiscalía solicitó que los dos imputados sean condenados por el delito de “robo calificado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa”.
Luego de una semana de debate, este martes la fiscalía pidió una pena de 13 años y cuatro meses de prisión para los dos ladrones acusados de haber asaltado y disparado a Christoffer Persson, el turista sueco al que en diciembre pasado debieron amputarle una pierna tras ser baleado en medio de un robo en el barrio porteño de Monserrat.
En sus alegtos, el fiscal que llevó adelante la investigación, Fernando Fiszer, sostuvo ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) N°16 que los dos imputados deben ser declarados coautores del delito de “robo calificado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa”, ya que finalmente no pudieron llevarse el celular de Persson.
Para el representante del Ministerio Público, Roberto "Chicho" Gramajo fue quien le disparó a la víctima en su pierna, mientras que Rodrigo Peláez es quien manejó esa noche el auto con el que ambos huyeron tras el intento de robo.
Por su parte, los abogados defensores solicitaron en sus alegatos las absoluciones de ambos imputados, ya que consideraron que al no haberse encontrado el arma con la que fue baleado el turista, la acusación contra ambos se basa en “meras hipótesis”.
A pesar de esto, por cuestiones jurídicas vinculadas a irregularidades técnicas, el tribunal declaró nulas las exposiciones de los letrados y los convocó a presentar un nuevo alegato el martes próximo.
Según se pudo reconstruir gracias a las cámaras de seguridad de la zona del lugar del ataque, el hecho ocurrió el 30 de diciembre de 2018 cuando un joven que descendió por la puerta trasera izquierda de un Peugeot 207 gris, se acercó hasta el turista con una pistola en la mano y le apuntó al pecho. En ese video se ve también que Persson, quien caminaba por la calle de regreso al hotel, le corrió el arma con la mano y que tras ese movimiento, se produjo el disparo y el balazo le dio en la pierna.
En este momento, la víctima estaba acompañada de su novia, María Izzo, quien alcanzó a pedirle ayuda a un grupo de ciclistas y una enfermera que pasaban. Después de eso, el joven fue trasladado por el SAME al hospital Argerich y cuatro días más tarde los médicos debieron amputarle la pierna.
Durante la etapa de instrucción de la causa, Gramajo declaró que no había querido dispararle a Persson, sino que se había tratado de un forcejeo con un disparo accidental. "En el forcejeo me manoteó el arma. No sabía que estaba cargada y montada. No quise disparar", dijo en aquel momento.
Sin embargo, en la primera audiencia del proceso, el cual es llevado a cabo por los magistrados Cristina Bertola, Gustavo González Ferrari e Inés Cantisani, Gamajo desmintió lo que declaró en primera instancia, y aseguró que la policía lo amenazó para que se adjudicara la autoría del hecho. "La policía me apretó para que me hiciera cargo de esto. Amenazaron a mi familia para que me hiciera cargo del hecho. Ese día yo estaba con mi mujer", dijo, mientras que su compañero prefirió no hablar.
A pesar de que Person e Izzo no estuvieron presentes en el juicio, sus testimonios fueron incorporados por lectura tras dos videoconferencias. En primer lugar, Persson habló desde Londres, donde aseguró que el ladrón se le acercó para robarle, pero que cuando él quiso evitar que se llevara su celular, ahí ocurrió el disparo.
“Ese hombre disparó, caí al piso y era sangre. No vi que moviera ningún mecanismo de seguridad en su arma. Huyó y entró en un auto, era blanco, gris claro o algo similar, de cuatro puertas. Mi teléfono lo tengo, se lo arrebaté de la mano, era un hombre joven y de voz muy suave. Por las lesiones que me provocó perdí la pierna”, se lamentó.
Del mismo modo, su novia dijo que mientras regresaban al hotel en el que estaban alojados, se detuvieron a mirar el celular, cuando aparecieron dos hombres. "Lo escuché gritar ‘teléfono, teléfono’. El que lo dijo tenía un acento raro. Le disparó, tenía una bala en la recámara, no corrió la corredera, el proyectil estaba en la recámara, un solo disparo. El idiota simplemente disparó. Corrió a Venezuela y Tacuarí, y entró en un coche", sumó.