La Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) reveló hoy, en un primer informe, que las actividades agrícolas, extractivas e industriales desarrolladas por el hombre, sumadas a la alta concentración poblacional a lo largo de la cuenca del río Negro, generan "un constante ingreso de Escherichia Coli, Enterococos, y compuestos clorados (grupo de pesticidas artificiales)".
El estudio científico dado a conocer esta mañana en Viedma, se realizó en dos etapas, una durante el invierno, y la otra en la primavera-verano del 2018, oportunidades en que se tomaron como indicadores ambientales el agua, los peces y los micro invertebrados.
Para el análisis fueron tomadas 21 muestras a lo largo de la cuenca, dos en el rio Limay, dos en el rio Neuquén y 17 en el rio Negro.
De ese modo también se reveló la presencia de cobre y arsénico disueltos que -según se informó- poseen "niveles comparables a los obtenidos en otros ambientes costeros".
Las localidades de Fernández Oro, Allen, Pomona y aguas debajo de la desembocadura de la planta de tratamiento de efluentes urbanos de la localidad bonaerense de Carmen de Patagones son los lugares "con mayor concentración de poliaromáticos persistentes", (sustancias químicas que se forman durante la incineración incompleta de carbón, petróleo, gas, madera o basura).
Asimismo, se supo que la calidad ecológica del agua según el índice obtenido de micro invertebrados, en algunos sitios fue calificada como "de regular a mala" principalmente en Cipolletti, Fernández Oro, General Roca y Chichinales.
El documento también revela que la "composición comunitaria de la fauna íctica es crítica", ya que la abundancia de especies exóticas e invasoras es muy alta, lo que implica interrupciones súbitas en el ambiente.
El rector de la UNRN, Juan Carlos del Bello dijo que "el análisis de las muestras se realizó en los laboratorios de la universidad, en el Centro Científico Tecnológico del Conicet en Puerto Madryn y en los de la Universidad Nacional del Sur".
Opinó que "a partir de estos estudios las políticas públicas pueden orientarse mejor para la intervención de los distintos organismos con competencia sobre la cuenca".
Y aseguró que "uno de los resultados del río es que no está muerto, tiene problemas pero pueden haber acciones de reparación. Esa es la obligación que tenemos todos, y en particular el Estado".
También destacó que "es propósito de la UNRN continuar con estos estudios que constituyen una línea de base para realizar futuros monitoreos permanentes en los que se podrá ver una evolución".
Finalmente, aclaró que el documento completo se puede consultar en el sitio web oficial de la UNRN.