Las elecciones del 27 de octubre serán para la UCR no sólo la última oportunidad de mejorar los magros resultados que cosechó hasta ahora en los distritos donde gobierna, sino también el punto de largada para la renovación de autoridades partidarias prevista para diciembre, que empezará a definir la nueva etapa.
El gobernador de Mendoza y actual presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, aparece más interesado en conducir el bloque de la Cámara de Diputados -donde pulsea con el cordobés Mario Negri- que en seguir al frente del partido, mientras su par de Jujuy, Gerardo Morales, asoma como posible reemplazo, según indicaron fuentes de ambos sectores a NA.
No obstante, tanto para Morales en Jujuy como para Cornejo en Mendoza la prioridad son las elecciones nacionales, dado que en ambos distritos (así como en Corrientes, donde gobierna el radical Gustavo Valdés) perdieron en las primarias de agosto en la categoría de diputados nacionales, arrastrados por la contundente derrota del presidente Mauricio Macri.
Además, el radicalismo ya perdió seis ciudades capitales (Córdoba, Santa Fe, Paraná, Neuquén, Santa Rosa y Viedma) y necesita evitar que esos resultados se repitan en los municipios de la provincia de Buenos Aires que gobierna.
En el entorno de Morales confirmaron a Noticias Argentinas que el gobernador tiene intenciones de ir por la presidencia de la UCR y mucho más si Juntos por el Cambio pierde las elecciones nacionales en Jujuy, algo probable debido a la holgada diferencia que le sacó el Frente de Todos en las PASO.
Y es que en ese caso, el mandatario necesitará fortalecer su posición política frente al peronismo, a pesar de haber logrado su reelección en junio.
Si, en cambio, el oficialismo jujeño diera el batacazo, Morales quedaría en una posición más cómoda que le permitiría reclamar distintos lugares de poder en la estructura del partido, sin necesidad de ir por la presidencia.
De todos modos, en distintos sectores del radicalismo consultados por NA coincidieron en apuntar que si Morales, actual vicepresidente del partido, reclama la presidencia -lugar que ocupó entre 2006 y 2009- "nadie le va a decir que no".
Por su parte, Cornejo dejará la Gobernación de Mendoza y asumirá como diputado nacional el 10 de diciembre gane o pierda la elección del 27 de octubre, dado que encabeza la boleta de Juntos por el Cambio que, además, perdió las primarias por apenas 12 mil votos, por lo que aspira a dar vuelta el resultado y llegar al Congreso como ganador.
Pero con cualquier resultado, el mendocino no busca reelegir como presidente del Comité Nacional de la UCR y solo continuaría si hubiera un pedido consensuado de sus correligionarios, según aseguraron sus allegados a esta agencia, al tiempo que subrayaron que "no va al Congreso para ser un diputado más".
De esta forma confirmaron que Cornejo está más interesado en presidir el bloque de la UCR en la Cámara baja, pero el cordobés Mario Negri quiere continuar al frente de la bancada radical y ya cuenta los votos para una eventual compulsa interna.
En el despacho de Negri se mostraron confiados y precisaron a NA que el cordobés tiene el apoyo de al menos dos tercios del bloque, unos 24 diputados sobre los poco más de 40 que serían en caso de repetirse los resultados de las PASO, para continuar al frente de la bancada radical.
Cornejo tendría en principio el respaldo de los legisladores mendocinos, los cuatro que se alinean con el cordobés Ramón Mestre -enfrentado con Negri desde los comicios provinciales de Córdoba- y el sector que encabezará Emiliano Yacobitti, referente de la UCR porteña.