En el marco de la tradicional homilía en Luján, el cardenal habló ante miles de peregrinos en la muestra de fe más convocante que tiene el país.
“Queridos peregrinos en esta larga y sacrificada jornada de amor y de piedad pidamos juntos a la Madre que nos de nuevos ojos para reconocer en cada persona que pasa en la orilla de nuestra vida como a mi hermano y a mi hermana”, dijo el cardenal.
Poli celebró la tradicional misa de las 7:00 en la que se recibe al grueso del millón de caminantes que llegan con peticiones y agradecimientos en un acto de fe para con la Virgen.
El arzobispo de Buenos Aires señaló que “muchos de los que visitan su casa toman decisiones que iluminan sus días y les dura la vida entera.
Las paredes de su bello santuario guardan el testimonio de llantos, de dolor y muchas historias de conversión, de acción de gracias, de perdón, de dones recibidos, que millones podrían contar”.
“Vos sos uno de ellos y no te olvides que estás espejado en l. humilde imagen que siempre está a tu lado cuando la invocás. Ella siempre está”, les aseguró a los cansados fieles.
"Todos la podemos llamar mamá y con certeza, sabiendo que siempre. Ella nos escucha”, cerró.