Con estos resultados, se complicaría la situación del cantante de cumbia que está detenido desde el 20 de julio pasado, tras protagonizar un accidente en el que murió uno de sus músicos y un asistente.
Un peritaje comprometió la situación judicial del cantante Rubén Darío Castiñeiras, conocido popularmente como el Pepo.
El análisis técnico de la mecánica del accidente que costó la vida de dos de sus acompañantes expuso que el Pepo conducía su camioneta por encima del límite de velocidad. Se determinó que el vuelco se produjo cuando el vehículo circulaba a 139 km/h.
La Justicia estaba a la expectativa de estos resultados para solicitar la prisión preventiva del cantante y su traslado a la penitenciaría.
Los exámenes toxicológicos también arrojaron que al momento del accidente Pepo estaba bajo los efectos de cocaína, marihuana y alcohol.
Las muestras fueron tomadas a las 7 de ese 20 de julio, pocas horas después del accidente en la ruta 63, en las cercanías de Dolores. Se expuso que en las doce horas anteriores a esa prueba, el cantante había consumido cocaína y marihuana.
Otro peritaje realizado en la muestra de sangre extraída al Pepo, reveló que tenía 0.5 gramos de alcohol en sangre. Según fuentes judiciales, esto complica la situación del cantante en el proceso en su contra por su presunta responsabilidad en las muertes del trompetista Marcelo Nicolás Carabajal y del asistente Ignacio Abollaseh.
Aunque esa cantidad es justo el límite de alcohol en sangre permitido a automovilistas a la hora de manejar, según la ley nacional de tránsito, el estudio confirma los dichos de la testigo Romina Candia, corista de la banda y sobreviviente del incidente vial, quien afirmó que le había servido vodka con jugo de naranja al Pepo cuando él manejaba la camioneta Honda CRV.
Para el Ministerio Público Fiscal, la mezcla del consumo de drogas con alcohol y el exceso de velocidad habrían sido las causas del mortal accidente, por lo que se sustanciaría una causa en contra del conductor del vehículo, el popular Pepo.