Sol Arbach tenía encapsulado uno de los implantes por eso tuvo que operarse. Todo se habría complicado por un cuadro de neomotórax e hipoxia.
Una mujer de 33 años, Sol Arbach, murió tras someterse a una corrección de una de sus prótesis mamarias. El hecho ocurrió en una clínica de cirugía estética de la ciudad de Córdoba. La joven tenía un nene de dos años.
Uno de sus implantes mamarios se había encapsulado. La cirugía se habría complicado por un neumotórax e hipoxia. Este cuadro, que implica que bajó el nivel de oxígeno en sangre, no pudo estabilizarse y la situación derivó en muerte cerebral.
Luego la mujer fue derivada al donde falleció. La familia evalúa presentarse ante la Justicia para que se investigue si se trató de un caso de mala praxis.
"El fallecimiento es muy reciente. Pero la historia clínica y el testimonio del jefe de Guardia están a disposición de la familia en caso de iniciarse las acciones legales", detallaron desde el sanatorio.
En caso de concretarse la denuncia por "homicidio culposo" contra el médico que atendió a Arbach, no está claro aún si la familia de la mujer irá también contra la marca de siliconas que se había implantado y terminó encapsulándose en su cuerpo. El nombre del fabricante no trascendió.
El encapsulamiento de las prótesis mamarias es la complicación más habitual de esta cirugía estética. En líneas generales, se produce por la reacción del paciente ante ese cuerpo extraño. El síntoma es muy notorio: el implante se endurece. Eso ocurre porque se genera una suerte de "cápsula" de tejido a su alrededor. Este tejido es una cicatriz interna, que puede llegar a contraerse. La contracción genera dolores agudos.