Se hizo pasar por empleado de una empresa de gas, cuando accedió a la casa del anciano, en pocos minutos lo redujo a él y a su mujer
Un hombre tocó la puerta y dijo: "Buenos días. Venimos a hacer una inspección por una pérdida gas que vendría del interior del domicilio. ¿Podemos pasar?".
Promediaba la mañana del 6 de abril del año pasado y un joven vestido de empleado de una empresa de gas se presentó en la puerta de una casa ubicada en la avenida Boulogne Sur Mer en Villa Madero. El que abrió la puerta y recibió al supuesto empleado era Antonio Iacovantuono, un jubilado de 80 años nacido en Italia. El hombre primero dudó, pero el traje y una camioneta similar a las utilizadas por empresas tercerizadas terminó de convencerlo y decidió abrir la puerta.
Apenas lo hizo, ingresaron violentamente cuatro hombres más.
En pocos minutos lo redujeron a él y a su mujer, los golpearon y los mantuvieron cautivos hasta que entregaron todo el dinero que tenían. De toda la banda solo un delincuente fue detenido: Gastón Sebastián Oliva, hermano de Rocío, la ex mujer de Diego Maradona. Un año y un mes después de ese hecho, Oliva fue condenado a 4 años y 7 meses de prisión.
El 7 de mayo, la defensa del ex cuñado de Maradona pactó un juicio abreviado en los tribunales de La Matanza. El Tribunal Oral Nº 1 lo encontró culpable del delito de robo en poblado y en banda y privación ilegítima de la libertad. Según el fallo al que accedió Infobae, se tomó como agravante la edad de las víctimas (jubilados de más de 80 años), la violencia que Oliva ejerció sobre ellos y condenas anteriores por robo. Fue el único de la banda que pudo ser capturado: los otros cuatro siguen prófugos.
Según se reconstruye en el fallo, el hecho se produjo a las 10:30 de la mañana. Luego de haber ingresado a la casa, Oliva y sus cómplices llevaron a la pareja de ancianos a la cocina, los ataron a una silla y los amordazaron. Uno de ellos comenzó a pegarles y a exigirles el dinero.
Sin embargo, no se percataron de un detalle: en una de las habitaciones de la planta alta estaba una de las hijas del matrimonio. Fue ella quien pudo llamar al 911.
En total tuvieron retenida a la pareja 20 minutos. Se llevaron una importante cantidad de pesos, dólares y alhajas. Luego escaparon. Durante el escape la Policía Bonaerense encontró a un sospechoso a tres cuadras de la casa. Era Gastón Oliva, que intentó engañar a los efectivos policiales. Les dijo que era un hijo de los asaltados y que había salido a buscar a los delincuentes.
No le duró mucho. Oliva -hijo de Juan, padre de la ex pareja de Maradona, muerto de dos disparos por la espalda en 2003 en un confuso episodio en el cumpleaños de una menor de la familia- fue reconocido en la comisaría por las víctimas y quedó detenido.
Este hecho no fue el primero por el que los Oliva aparecieron en las crónicas policiales. En el año 2012 la propia Rocío Oliva, mientras era aún pareja de Maradona, tuvo que pagar un rescate de varias decenas de miles de dólares a un grupo de personas que tenía cautivo a Gastón.
Finalmente Roció se acercó a Fuerte Apache, sin haber dado aviso a la policía, y entregó la suma de dinero. Minutos más tarde se reencontró con su hermano que estaba brutalmente golpeado.