El cantante se presentará el viernes y el sábado en el Campo Argentino de Polo. El cantante, acompañado de su novia, visitó un restaurante porteño y miró un rato el partido de Racing.
Toda la atención está puesta en el paso de Luis Miguel por la Argentina. Luego de presentarse con mucho éxito en el Orfeo Superdomo de Córdoba, donde repasó su exitosa carrera, el artista llegó a Buenos Aires para actuar el viernes y sábado en el Campo Argentino de Polo.
Luismi salió a cenar a una conocida parrilla del barrio de Palermo. Lo hizo solo. También aprovechó para ver el partido de Racing frente a Corinthians por la Copa Sudamericana. Tomó una copa de vino pero cuando los curiosos que estaban en el lugar lo reconocieron y comenzaron a sacarle fotos, el Sol de México decidió retirarse.
La recorrida nocturna siguió por Puerto Madero, donde se encontró con su joven pareja, Mollie Gould, para terminar en otro local de la zona. A Luismi se lo vio vestido de traje, sin corbata, y más flaco.
Antes de su llegada a Buenos Aires, Luismi hizo excéntricos pedidos que sorprendieron a los organizadores. La lista fue aprobada y el artista disfrutará de cada una de sus peticiones: velas de diferentes colores, jabones con aroma a vainilla, que las paredes de los camarines estén tapizadas con telas negras y una docena de toallas blancas para tener una siempre a mano.
El cantante cuida mucho su salud y le presta atención a su alimentación. Por eso, también pidió tener frutas importadas, frutos secos, quesos y bebidas colas sin azúcar. Este año, cambió la marca de agua mineral: tomará Electrolight, una isotónica y Esential Water, una bebida destilada.