Consejos para evitarlos sin sufrir en el intento.
No siempre es fácil intentar llevar una dieta saludable y resistir los momentos en los que te entra la necesidad de comer lo primero que encuentres y que en ciertos momentos de tu vida puede que sean contraproducentes para lograr tus objetivos.
La mayoría de las personas se encuentran en algún lugar entre la impulsividad total y el control total. Pero si no estás satisfecho con la forma en la que los antojos están impulsando tu dieta, seguí algunos tips.
1 – Desayuná
No todos se levantan con hambre, pero una rutina que incluya un desayuno puede ayudar a no caer en antojos. Si este desayuno incluye una buena cantidad de proteína, aún mejor. Aquellos que desayunan tienen menos posibilidades de tener caprichos fuera de horarios de comidas, debido a que la proteína es saciante y estimula la liberación de dopamina, que regula la ingesta de alimentos.
2 – Tomá café
Hay cada vez más evidencia científica de la relación entre el consumo de café y su efecto en el apetito. La cafeína puede moderar una ingesta energética aguda, lo que se traduce en un menor apetito. Por otro lado, el café descafeinado puede disminuir el hambre de manera aguda y aumentar la hormona de la saciedad.
3 – Aumentá el consumo de proteína
Puede ayudar a reducir los ataques de hambre, a hacerle frente a las ansias de comer por la noche y a tener una mayor sensación de saciedad por más tiempo.
4 – Usá los entrenamientos de baja intensidad
Un entrenamiento de alta intensidad podría hacerte sentir aún más ganas de comer. Así que la mejor opción sería un entrenamiento de baja intensidad como yoga, caminar o un paseo en bici.
5 – Descansá bien
Un sueño reparador y de calidad es clave para una buena salud física y mental. Todavía más si llevás una vida activa y te gusta cuidar tu peso ya que juega un papel clave en el metabolismo energético. Un mal descanso puede contribuir al sobrepeso y la obesidad.
6 – Buscá una distracción
Centrarte en algo por un rato puede ayudarte a quitarte de la cabeza la sensación de tener que llevarte algo a la boca.