Una manera sencilla de poder aprovecharlo.
Cuando el pan se pone duro existen opciones para que vuelva a estar blando y así poder aprovecharlo. Necesitás agua, papel aluminio, un horno y seguir estos pasos.
– Precalentá tu horno a 160 C.
– Rociá un poco de agua en la superficie del pan.
– Cubrilo con papel aluminio.
– Hornealo por 8 a 10 minutos, y está listo para comer. Notarás que sigue igual de crujiente pero estará calentito y suave por dentro.