El Gobierno nacional relativizó la preocupación por el déficit de cuenta corriente superior a los US$ 5.000 millones registrado en el primer trimestre del año, al considerarlo un fenómeno "esperable" en un contexto de crecimiento económico.

"El dólar flota libremente dentro de bandas y la salida de divisas responde a una mayor necesidad de inversión en un país descapitalizado", explicó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en declaraciones radiales.

En la misma línea se expresó el viceministro de Economía, José Luis Daza, quien señaló que un déficit de entre el 1,5% y el 2% del PBI es "razonable" si la economía crece al 6%. "Es lógico en un país que empieza a crecer. Es preferible este déficit a forzar un superávit artificial", sostuvo en un seminario ante banqueros y financistas.

Daza también remarcó que el desequilibrio externo no está impulsado por el Estado, sino que es financiado y generado por el sector privado a partir del aumento de la inversión. "El fisco está ahorrando. Este déficit es distinto al de otros países", aseguró.

Además, anticipó un cambio estructural en la balanza de pagos con el aporte futuro de los sectores energético y minero, que podrían generar superávits de hasta US$ 60.000 millones. En ese marco, defendió el tipo de cambio flotante y pronosticó una fuerte llegada de capitales, más inversión y crecimiento sostenido.