Con ese saldo negativo, la cantidad de unidades productivas registradas cayó a 499.371, en comparación con las 511.630 activas el año anterior.
Un total de 12.259 empresas cerraron sus puertas entre enero de 2024 y enero de 2025, en un escenario marcado por la recesión, la presión impositiva y la competencia desigual frente a importaciones indiscriminadas, según un informe del Observatorio de Industriales Pymes Argentinos (IPA).
Con ese saldo negativo, la cantidad de unidades productivas registradas cayó a 499.371, en comparación con las 511.630 activas el año anterior.
El presidente de IPA, Daniel Rosato, advirtió que "el ritmo de destrucción de empresas es alarmante" y reclamó al Gobierno una definición urgente sobre el modelo productivo. "Las condiciones macroeconómicas son importantes, pero insuficientes para que las fábricas argentinas compitan contra productos extranjeros con subsidios, financiamiento barato y planes de empleo en sus países de origen", sostuvo.
El informe también vinculó la pérdida de empresas con una caída en el empleo. En marzo, se registró una baja interanual del 0,8% en el empleo registrado, lo que equivale a 74.811 puestos menos, con impactos fuertes en la Administración Pública (-31.792), la industria (-18.172) y la construcción (-14.413).
Aunque la economía mostró una mejora del 5,6% interanual en marzo y la producción industrial subió un 8,5% en abril, el informe advierte que se trata de un rebote desigual, basado en sectores como el agro, el petróleo y las finanzas, sin beneficios tangibles para las PyMEs manufactureras, que continúan operando por debajo de sus niveles normales.
"La economía crece con bases frágiles", concluyó el IPA, y advirtió que sin inversión productiva ni mejora en los ingresos reales, la estabilización es solo parcial y no alcanza a los hogares ni al entramado productivo nacional.