El Grupo de Puebla se suma al pedido de aplazar la elección del presidente del BID
La elección, prevista para septiembre de este año en Barranquilla, Colombia, despertó las críticas y el rechazo de un importante número de países, a las que se sumó la organización que reúne a dirigentes políticos progresistas de Latinoamérica.
Viernes, 14 de Agosto de 2020
El Grupo de Puebla, organización que reúne a dirigentes políticos progresistas de Latinoamérica, publicó una declaración en la que dio su apoyo al pedido formulado por un importante número de países de la región de postergar la elección del próximo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hasta marzo de 2021, en reemplazo de Luis Moreno.
La elección, prevista para septiembre de este año en Barranquilla, Colombia, despertó las críticas y el rechazo de un importante número de países, Congresos y personalidades de la región, así como de la Unión Europea (UE) luego de que Estados Unidos postulara a su connacional Mauricio Claver-Carone como presidente del BID.
"Desde su fundación, la Presidencia del Banco ha sido ocupada por importantes figuras latinoamericanas. Esta tradición ha sido posible en cumplimiento de un acuerdo no escrito con los Estados Unidos que, además, acepta como segunda posición de la entidad, la figura de un representante de ese país", expresó el texto del Grupo de Puebla.
El Grupo propuso que "durante ese tiempo los Gobiernos socios del Banco trabajen en la búsqueda de un candidato latinoamericano de consenso y una nueva agenda que oriente las políticas crediticias del BID en concordancia con las de la reconstrucción de la economía y el tejido social después de la pandemia".
"El mantenimiento de este equilibrio en la dirección del Banco, con la adecuación de la agenda de prioridades de la entidad de asumir las exigentes circunstancias de la post pandemia, son fundamentales en el camino de fortalecer las futuras relaciones de América Latina con los Estados Unidos", manifestó el documento.
Desde la fundación del BID en 1959, la tradición no escrita era que el presidente debía ser elegido entre los candidatos presentados por los 26 países latinoamericanos, que son los únicos posibles beneficiarios de los préstamos.
Sin embargo, en junio, el Gobierno de Donald Trump rompió la tradición y presentó a un candidato propio, Mauricio Claver-Carone, su asesor de seguridad para la región y un férreo opositor de los gobiernos de Cuba y Venezuela.
La iniciativa de la Casa Blanca desató una ola de repudio entre exmandatarios y excancilleres, que representan un amplio espectro ideológico en la región.
Sin embargo, en apenas unos días, Claver-Carone consiguió la mayoría necesaria de votos y el porcentaje de las llamadas acciones para ser electo.
Estados Unidos concentra un 30%de las acciones, los 26 países latinoamericanos apenas un poco más del 50% y Canadá, 16 países europeos y algunas de las principales potencias asiáticas e Israel, casi un 20%.
Las últimas estimaciones proyectan que Estados Unidos alcanzaría con holgura el 50% necesario para la votación, pero no el 75% para quórum.
Ante la posibilidad de que Trump pierda la reelección en las próximas elecciones estadounidenses del 3 de noviembre, algunos países, entre los que se cuentan Argentina, Chile, México y la UE, comenzaron a presionar para postergar nuevamente la fecha y evitar una mayor polarización con un Gobierno norteamericano que podría no continuar más allá de enero del año que viene.