Luego de reunirse con el presidente Alberto Fernández en la quinta de Olivos (ver aparte), el presidente de UIA Joven, Tomás Karagozian, dialogó con Ámbito.
Tomás Karagozian: Nosotros, de alguna forma, somos una dirigencia industrial nueva, que si bien no venimos a reemplazar a nadie, hablamos de una postura completamente antigrieta. Es porque entendemos que la única forma de salir adelante como país es trabajando con los distintos sectores de manera unida y apelando a buscar vínculos de confianza duraderos en el tiempo. En ese sentido, me parece que el planteo del Presidente fue muy en línea con lo que nosotros buscamos. Lo que el Presidente expresó en la charla, y lo que le gustó de nuestro espacio, es esta visión de que primero tenemos que empezar a buscar consenso con otros sectores.
P.: ¿Cree que la pandemia, más allá de lo malo, puede dejar enseñanzas para el futuro?
T.K.: No tengo dudas sobre eso. Me parece que más allá de lo malo que es la pandemia, con gente que está sufriendo mucho, y miles de empresas y comercios cerrando, si le miramos el lado positivo, nos permite aprender un montón de cosas. Creo que pone en jaque a un modelo, un mundo, que venía envalentonado de una forma y creo que va a haber cambios hacia adelante. Por ejemplo, en mi rubro, todo lo que era el ‘fast fashion’ o las modas más rápidas, creo que van a ir hacia un mundo más sustentable, con mayor preocupación por el tema ambiental, con el tema social.
P.: Otro desafío que se plantea en la economía actual está relacionado con el dólar. ¿Qué opina de las restricciones y cómo afecta al sector industrial?
T.K.: Claramente Argentina tiene un problema estructural, de toda la vida, que es la falta de dólares genuinos. No estoy descubriendo nada. De hecho es algo que estoy viendo en cada discurso del Presidente, que casi siempre que habla de temas estructurales, habla de la necesidad de tener un país que exporte. Es cierto que nosotros tenemos esa necesidad y frente a los problemas que tuvimos, se pusieron limitaciones. No quiero decir que hayan sido buenas, pero quizá fueron necesarias. Por supuesto, hay empresas que están teniendo problemas de importación de materias primas. Pero estamos en una crisis económica, social y a nivel salud que va a traer complicaciones. De todas formas, los industriales somos positivos, de alguna manera estamos acostumbrados a las batallas y esta es una batalla muy dura que tenemos. También sabemos que somos parte de la solución y que vamos a poner todo lo que podamos para salir adelante. Creo que como industriales y como generación tenemos que debatir temas de fondo, relacionados con la competitividad estructural en nuestro país. Tenemos que tener un país que nos vuelva más competitivos, que nos deje competir, para dejar de tener problemas estructurales y que sean recurrentes cada cuatro o cinco años.
P.: ¿Es optimista de cara al futuro cercano, en la salida de la pandemia?
T.K.: Si bien soy una persona realista, también soy optimista por naturaleza. No puedo hablar de todos los sectores y todas las regiones, pero sí puedo decir que hay algunos sectores, como el que represento, que estamos empezando a sentir de a poco un aumento en la demanda, que es bastante más significativo de lo que pensábamos que iba a ser. Soy optimista, por los objetivos que planteó el Presidente en la reunión, que era producción y trabajo.
Fuente. Ambito