El índice de actividad de la consultora Orlando Ferreres reflejó que la economía cayó un 10,6% interanual aunque siguió mejorando respecto a mayo, en prácticamente todos los sectores.
En la comparación interanual, la actividad mostró una caída del 10,6%, cifra que se ubicó por debajo de los derrumbes de abril (20%) y mayo (-15,7%).
La pérdida más importante, respecto a junio de 2019, la sufrió el sector de la construcción, que se desplomó un 30,6%. Paralelamente, el comercio se contrajo un 15,4% debido a una merma del 10,5% en el comercio mayorista y una baja del 20,5% en el minorista.
Por su parte, la industria manufacturera sufrió un declive del 12,5%. Según Ferreres, el impulso a la baja provino principalmente de las contracciones de los rubros de metales básicos y maquinaria y equipo.
Si bien hubo caídas en todos los sectores, hacia adentro de los mismos se verificaron algunos rubros con ganancias interanuales. Tales fueron los casos, por ejemplo, de la actividad ganadera, que creció un 9,1% o del sector eléctrico, que tuvo un incremento del 2,1% a raíz de una mayor demanda residencial.
A pesar de las mejoras mensuales observadas en prácticamente toda la economía, el segundo trimestre de 2020 cerró con una contracción de 15,4% anual, la mayor caída del IGA, que comenzó en 1993. De esta manera, en el primer semestre del año se acumuló una baja del 10,7% en comparación con el mismo período del año pasado.
De cara al futuro, desde la consultora fueron cautos y aseguraron que las perspectivas para los próximos meses "siguen contingentes a la evolución de la situación sanitaria y las medidas que puedan tomarse en consecuencia en los distintos niveles de gobierno".