Así lo decidió el Gobierno, tras aumentar un 9,48% la base imponible vigente hasta fin de mes. La nueva escala regirá por tres meses hasta el 31 de noviembre próximo. Actualmente, el monto este tributo alcanza a los vehículos de unos $2.090.000.
Con la suba dispuesta, la base imponible pasó de $1.485.900 a $1.626,763 de precio de fábrica (sin IVA ni margen comisional de concesionaria). El porcentaje de incremento de la base imponible se hizo tomando la inflación acumulado en el período abril/junio, tal como se estableció el año pasado en la ley de Presupuesto Nacional que introdujo el esquema de ajuste trimestral
La Asociación que agrupa a las terminales locales solicitó que el incremento fuera mayor, debido al aumento del dólar, pero el pedido no tuvo respuesta favorable. Este tributo apunta a los autos de alta gama que se cotizan en dólares por lo que una suba del tipo de cambio hace que más 0km empiecen a tributar debido a que el valor imponible establecido está en pesos.
Teniendo en cuenta de que la moneda estadounidense subió de manera significativa en los últimos días, la mejora de la base de 9,48% fue en parte neutralizada por el salto del tipo de cambio. De todas maneras, para los vendedores de este tipo de vehículos, considerados de lujo, este ajuste ayuda a mejorar sus cuentas. Por la forma de calcular el tributo, la alícuota del 20% significa un impacto en el precio de 25%. Si lo trasladan directamente, esos modelos se encarecen tanto que quedan fuera del mercado.
La preocupación de este segmento de autos pasa por lo que pueda suceder el domingo con las PASO. Hay que recordar que el actual Gobierno bajó los impuestos a estos vehículos respecto a las escalas vigentes en la última etapa de la gestión kirchnerista que eran más duras. El temor de los empresarios es que, en caso de un triunfo del Frente de Todos, este año se vuelva al esquema anterior, lo que significará un aumento de los precios con la consecuencia de una menor demanda.