El Banco Central informó que durante los primeros quince días de mayo no intervino en el mercado cambiario, por lo que la meta de Base Monetaria se mantuvo en un billón 343.000 millones de pesos, nivel que se ubicó por encima del objetivo monetario.
En este marco de menor volatilidad, la tasa de interés disminuyó 2,3 puntos porcentuales desde finales de abril y se ubicó en 71,6% el 15 de mayo.
Sandleris destacó ayer, durante un encuentro con la prensa, que el esquema actual de mantener sin variantes el promedio de la Base Monetaria “ayudó a moderar la volatilidad cambiaria”.
“Punta a punta, en estos casi ocho meses de vigencia, el tipo de cambio pasó de $41,50 pesos por dólar a $45. Hubo en casi ocho meses una depreciación de algo más de 8% aun en un contexto muy desafiante”, dijo Sandleris.
Ese contexto “es desafiante a nivel global porque las dos principales economías del mundo (Estados Unidos y China) se encuentran en una disputa comercial y esto repercute sobre el resto”.
En medio de este escenario internacional, Argentina presenta “una importante fuente de incertidumbre asociada a las próximas elecciones presidenciales”.
En este marco “la política monetaria debe ser estricta para defender nuestra moneda y promover el ahorro doméstico. Ya lo estamos haciendo. La tasa de política monetaria fue positiva en términos reales en todos los meses desde que pusimos en marcha el nuevo esquema”, destacó Sandleris.
Aseguró que este resultado favorable para promover el ahorro interno “no había ocurrido en los últimos 15 años. La tasa real promedio que recibió el ahorrista que hizo un plazo fijo en estos ocho meses también es positiva. Esto implica que le ha ganado a la inflación. Esto debiera ser la norma y no la excepción”.
Para el funcionario, esta restricción monetaria fue uno de los elementos principales para reducir la inflación, que pasó del 4,7% en marzo al 3,4% en abril.
“Vamos a seguir trabajando para que siga bajando la inflación en nuestro país”, dijo el titular del Banco Central.
Además Sandleris reconoció que “son pocos los países en el mundo que en la actualidad usan un esquema de objetivo de agregados monetarios”, como el que utiliza Argentina.
La principal razón que llevó a abandonar este esquema en el mundo “es que genera una significativa volatilidad en la tasa de interés. Esto que es visto como un problema en otros países, es en estos momentos en nuestro país, un atributo positivo del esquema actual”.
“En nuestro país, el canal cambiario es más significativo que el canal del crédito ya que nuestro mercado crediticio es más chico, por lo tanto el costo de la volatilidad de la tasa es menor”, aseguró.