La escudería Ferrari presentó este viernes su nuevo monoplaza, el SF90, bautizado así en homenaje a los 90 años de la Scuderia, con la misión de reconquistar el título en la Fórmula 1, que se le escapa desde hace más de una década.
"No estoy vestido para ello, así que no voy saltar dentro del coche y ponerme a pilotar. Pero será pronto, estoy impaciente", bromeó el alemán Sebastian Vettel después de que se descubriera el nuevo coche rojo, desvelado en Maranello mediante un juego de láser.
El cuatro veces campeón mundial tendrá como compañero de escudería al joven Charles Leclerc y la misión será, una vez más, la de llevar a Italia un título que se resiste.
Ferrari no se proclama campeón en la categoría de pilotos desde 2007 con Kimi Raikkonen y en la de constructores desde 2008.
"La pasada temporada fue la mejor de los diez últimos años, pero todavía no alcanzamos nuestro objetivo", estimó Louis Camilleri, presidente de Ferrari.
"Es un año importante, el del 90 aniversario de nuestra empresa, fundada en 1929 en Módena por Enzo Ferrari. Continuamos siendo inspirados y guiados por la visión de nuestro fundador", añadió, hablando de "un nuevo capítulo excitante" con la llegada de Mattia Binotto como nuevo patrón de la escudería.
"Ser Ferrari es algo único. Somos únicos. Ser Ferrari es pasión, determinación, el sentido de pertenencia, el coraje, la excelencia... Podríamos continuar esa lista hasta el infinito", declaró Binotto, exdirector técnico de Ferrari, que fue nombrado en enero en reemplazo de Maurizio Arrivabene.