El Mundial de fútbol es un evento que se espera con ansias durante cuatro años. En un mes, los mejores seleccionados del planeta se disputan la ansiada copa dorada de la FIFA. Nadie puede dudar de que es un evento lleno de emoción y seguido incluso por aquellos que no son tan apasionados por el deporte. La idea de la Federación Internacional de Tenis (ITF por sus siglas en inglés) es lograr lo mismo y por eso planificó la Copa Mundial de Tenis, un proyecto acercado por Gerard Piqué, justamente, un futbolista.

El defensor del Barcelona es el dueño del grupo inversor Kosmos, que se asoció a la ITF por 25 años y a cambio de casi 3.000 millones de dólares, de los cuales unos 20 millones están garantizados para los tenistas y todavía más (unos 19) para las federaciones cada año. Juntos buscan refundar la Copa Davis. Y ahí es donde surgen las preguntas.
¿Quiénes? La Copa Mundial de Tenis la disputarán 18 equipos. A esa etapa final llegarán los cuatro semifinalistas de la edición anterior, dos países invitados y los 12 ganadores de la fase clasificatoria. Esa fase previa la jugarán 24 equipos -seleccionados por ranking- a eliminación directa; ellos sí seguirán el histórico modelo local/visitante y se mantendrán los cuatro singles y el dobles pero en dos días.
¿Cómo? Durante esa semana, los 18 participantes estarán divididos en seis zonas de tres equipos cada una, con sistema Round Robin, es decir, todos contra todos. Los ganadores de cada grupo y los dos mejores segundos jugarán los cuartos de final y luego se irán eliminando. Además, habrá menos partidos: cada serie tendrá dos singles (hasta esta edición son cuatro) y un dobles, al mejor de tres sets.

¿Dónde? Se acabó la localía: las federaciones la resignarán y se propondrán como sedes para el gran evento. De esta forma, la nueva Copa Davis será itinerante, aunque ya se habla de algunas ciudades. Aparentemente se tiene decidido que Europa albergue las ediciones de 2019 y 2020 y, en ese sentido, Lille, Madrid, Estambul y San Petersburgo corren con ventaja.
¿Cuándo? En noviembre, tras el Masters, cuando se cierre el exigente calendario del circuito ATP. Así, buscan asegurarse las presencias de los mejores tenistas del mundo, que solían bajarse porque los partidos se daban en medio de la temporada. Vale recordar que las cuatro series se jugaban hasta ahora en febrero, abril, septiembre y noviembre.
¿Por qué? Detrás de la promesa de modernización, “el festival de tenis y entretenimiento” -como dijo David Haggerty, el presidente de la ITF-, hay un eje económico, claro. Los costos de albergar series desaparecerán (aunque también se eliminarán las ganancias por recaudación y televisación, en el contrapunto, por ejemplo) y durante una semana los amantes del tenis se congregarán en un solo lugar, como así también -se cree- los mejores jugadores del ranking.
Además, el prize money superará los dos millones de dólares, a raíz del acuerdo con Kosmos: el campeón se llevará 2,4 millones de dólares para los jugadores y 1,06 para la federación; US$ 1,75 millones el finalista (US$844.000); US$ 1,5 millones los semifinalistas (US$750.000); US$ 1,28 millones los que lleguen a cuartos de final (US$600.000); y US$ 600.000 (US$300.000) solo por participar del evento.

“Juntos podemos elevar la Copa Davis a nuevos niveles al crear una imperdible final de la Copa Mundial de Tenis que contará con las mejores naciones y los mejores jugadores", señaló Piqué, en febrero, cuando la ITF comunicó el acuerdo.
Pese a la ilusión de Haggerty y Piqué, serán las 144 federaciones nacionales con derecho a voto las que deberán ponerse de acuerdo porque en la votación que se realizará este jueves en Orlando es necesaria la aprobación de dos tercios de los representantes. Según el presidente de la ITF le dijo a la agencia AFP, "muchos países, no solo de Europa, apoyan la reforma".
Las entidades con más peso (tienen más votos: 12 cada una) son cinco, cuatro de las cuales organizan los Grand Slams: Gran Bretaña, Estados Unidos, Alemania, Francia y Australia. Y, en el caso de esas dos últimas, hay posturas diversas. "Por una parte, está la pasión un poco patriota, y por la otra un análisis racional fundado en criterios deportivos y económicos", dijo Bernard Giudicelli, presidente de la Federación Francesa, que está a favor.
"A esto no se le puede llamar la Copa Davis. Es una transacción financiera", criticó el australiano Lleyton Hewitt. Otra figura del tenis australiano como Rod Laver agregó: "Los partidos que he jugado, tanto en casa como fuera, están entre mis recuerdos tenísticos más hermosos". En la posición de Australia hay también un interés monetario: la federación es socia de la ATP en la Copa Mundial por Equipos, el torneo que supo disputarse en Dusseldorf y que en julio anunció su regreso para 2020.
En ese sentido, el anuncio grandilocuente que la ITF hizo en febrero podría no prosperar. Lo que pasó en agosto de 2017 en Vietnam es una muestra de ello. En la anterior Asamblea General de la ITF se dio marcha atrás con el proyecto de jugar los partidos al mejor de tres sets. Otro dato: cada federación tiene diferente cantidad de votos dependiendo de su tradición o desarrollo del deporte; Argentina, por ejemplo, está detrás de naciones como EE.UU. e integra un segundo pelotón con 9.
Tampoco es una seguridad que por jugarse en una semana y a fin de año se consiga atraer a las grandes estrellas, fundamentalmente a esas que ya ganaron la Ensaladera. Ya lo dijo Del Potro cuando afirmó que no iba a jugar más: "Hoy me siento realizado con lo que hicimos con la Davis. Finalmente trajimos la Copa en 2016, entonces ahora me pongo otros desafíos. Cuando pienso en la Davis, sinceramente pienso en lo que pasó y no en lo que va a venir. Hoy en día no pienso en otra cosa". ¿Volverá atraído por un nuevo formato, a fin de año y por más dinero?
Por otra parte, hay un grupo de tenistas y extenistas profesionales que ya se expresó en contra. El más reciente es el caso del francés Paul Henri Mathieu, quien escribió en Twitter: "Por favor, nunca es demasiado tarde. Dejen que los niños sueñen con ello. Salven a la Copa Davis (#savedaviscup)".
La esencia de la Copa Davis, creada en 1900, la conformaban esas cuatro rondas intercaladas durante la temporada, la posibilidad de contar con el público alentando en casa y esa chance incierta hasta el sorteo de saber si la suerte depararía jugar una eventual final de local o de visitante. Todo eso podría estar a punto de cambiar. Solo resta esperar unas horas para saberlo.
Fuente Clarín