El colombiano Juan Fernando Quintero, volante de River y figura del seleccionado de su país, aseguró que siente “el vacío a diario” por la desaparición de su padre cuando él tenía apenas 2 años, y reclamó “un diálogo pronto” sobre la eventual responsabilidad en el hecho del nuevo jefe del Ejército, general Eduardo Zapateiro, quien dijo que tenía “las puertas abiertas” para el jugador.
“Voy aclarar una situación que está pasando hace varios días por el caso de mi padre. Nunca he hablado del tema porque respeto y honro el legado que me dejo. Pero hoy voy hablarlo y espero que estas palabras no le traigan problemas a nadie; no es mi intención”, explicó Quintero en su cuenta de la red Twitter.
El jugador salió a aclarar su postura después de que sus tíos denunciaran a Zapateiro como responsable de la desaparición del padre del volante de River, mientras hacía el servicio militar obligatorio.
“No quiero aprovecharme de la noticia del nuevo general del Ejército Zapateiro, a quien el señor presidente designó para ser el general del ejército de mi país. Pero espero y aspiro a tener un diálogo muy pronto Y saber qué pasó”, señaló Quintero.
Se declaró además “ajeno a las declaraciones” de sus tíos, aunque dijo conocer “el dolor que sienten” por el hecho de que su padre “lleva más de 24 años desaparecido y no se sabe todavía que aconteció con él, dónde está o a dónde se fue”.
Quintero resaltó que tiene “el derecho como hijo” de saber qué pasó con su padre y reseñó que su familia “sufrió problemas sociológicos y mentales” por esa ausencia. “Siempre está el vacío y lo siento a diario. Solo quiero saber qué pasó”, abundó.
Ayer, Silvia Quintero, tía del jugador, había denunciado a una radio colombiana el ascenso de Zapateiro -designado por el presidente Iván Duque- “sin que responda por un caso que fue denunciado ante la Fiscalía y la Procuraduría".
En marzo de 1995, Jaime Quintero, el padre del jugador, cumplía el servicio militar en Medellín hasta que fue trasladado al municipio de Carepa, también en el departamento de Antioquia, en el norte del país.
La última orden que se conoce que Quintero recibió fue la del oficial a cargo de Carepa, el general Zapateiro, para regresar a Medellín por mala conducta. Quintero nunca llegó a Medellín, nunca se supo que le pasó y su cuerpo nunca apareció.
Unos años después de la desaparición, un tribunal administrativo exoneró al general Zapateiro de cualquier responsabilidad y, pese a los intentos de la familia, nunca consiguieron reabrir el caso.
Hoy, durante el acto de su asunción, Zapateiro dijo unirse “al sentimiento de la familia Quintero” y en un mensaje directo al jugador de River, afirmó: “también lo respeto, eres nuestro ídolo futbolista y las puertas de mi comando en el Ejército estarán abiertas para ti y tu familia".
Un comunicado del Ejército explicó que "la presunta desaparición” de Jaime Enrique Quintero Cano fue investigada por el Tribunal Administrativo de Antioquia, "que profirió decisión judicial absolutoria mediante auto de fecha 30 de marzo de 2001".
La fuerza manifestó que "no existe prueba de responsabilidad" contra el entonces capitán Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda, "así como en contra de ningún integrante del Ejército Nacional".
El general Zapateiro fue nombrado comandante del Ejército en reemplazo del general Nicacio Martínez, que según Duque, le expresó "motivos familiares" para pasar al retiro después de más de 38 años de servicio, aunque había enfrentado cuestionamientos por su presunta responsabilidad en violaciones a los derechos humanos.