La Selección argentina de básquetbol agrandó hoy su sueño de hacer historia en China, luego de arrasar a Serbia, uno de los candidatos al título, por 97-87, para avanzar a semifinales del Mundial por cuarta vez en la historia.
Argentina (campeón en 1950, subcampeón 2002 y cuarto en 2006) defendió su invicto en el torneo al imponer condiciones desde un comienzo a partir de un alto goleo en el primer tiempo que le permitió irse al descanso 54-49 arriba en el marcador.
La fluidez de su ofensiva y la efectividad en los tiros de tres puntos, complementaron de manera perfecta a la intensidad defensiva de los dirigidos por el bahiense Sergio Santos Hernández, que el lunes ya habían asegurado su clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La habilidad de Facundo Campazzo, la potencia de Gabriel Deck y Patricio Garino, más la experiencia siempre del capitán Luis Scola, que con 39 años se convirtió en el jugador con más partidos en la historia de los Mundiales (pasó al boricua Jeremy Minci).
El equipo albiceleste, que viene de ser campeón en los Juegos Panamericanos, viajará a la capital Beijing para jugar semifinales (el próximo viernes) con el vencedor del vigente campeón mundial, Estados Unidos, y Francia, que chocarán el miércoles.
Precisamente Luis Scola, el único superviviente de la Generación Dorada, aquella que dio a Argentina esa plata en 2002 y el oro olímpico dos años después, ofreció un clínic de básquet a los 39 años a los prestigiosos pívots serbios para acabar con 20 puntos y 5 rebotes.
Con el triunfo atado se colgó de su cuello Facundo Campazzo, también sobresaliente, con 18 puntos y 12 asistencias, llevando todo el peso del juego ofensivo en ataque y en defensa, donde aportó tres robos.
Gabriel Deck, con 13 puntos, Patricio Garino, con 15 y dos triples en los momentos críticos, o Luca Vildoza, 11 saliendo del banquillo, también dieron la talla y completaron una actuación redonda de la Albiceleste.
Ante un rival con prácticamente todos sus miembros por encima de los dos metros, al que muchos ponían incluso por delante de Estados Unidos en las apuestas, Argentina se mostró con más coraje, solidaridad y sacrificio en defensa.
Jokic, superestrella fuera de juego
Durante la mayor parte del partido Serbia, la subcampeona olímpica y mundial, tuvo que remar a contracorriente, por debajo en el marcador, encomendada al talento ofensivo de sus estrellas. Sus mejores anotadores fueron los NBA Bogdan Bogdanovic, con 21, y Nikola Jokic, 16 pero desaparecido a la hora de la verdad.
Tras una dura batalla en el segundo cuarto, Argentina se fue al vestuario con cinco puntos de ventaja.
Tocaba administrar la ventaja y Serbia se acercaba en el marcador, iniciando el cuarto definitivo a un punto. Entonces apareció Garino, muy sólido durante todo el choque, para clavar dos triples casi definitivos.
El capitán Scola, excelente con casi 40 años, también puso su granito de arena con un par de canastas cuando el equipo balcánico daba sus últimos coletazos.
A falta de cuatro minutos Argentina tenía 9 puntos de ventaja que defender y lo hizo con uñas y dientes. Un triple de Campazzo, a menos de un minuto y tras consumir la posesión, acompañado de un robo y mate de Deck le sirvió para celebrar el triunfo antes de que el árbitro señalara el final.