Con goles de Lucas Orban y Lisandro López, la "Academia" superó 2 a 1 al "Matador" en Avellaneda. Como en la ida el equipo de Gorosito ganó 2 a 0, el conjunto de Victoria avanzó por el tanto de Matías Pérez Acuña
La decisión de Eduardo Coudet de sacar del once inicial a Renzo Sarabia y Alejandro Donatti expuso la responsabilidad que tuvieron los defensores en el primer encuentro.
La imagen que mostró la Academia en el Cilindro fue distinta. Un tiro libre de Guillermo Pol Fernández que impactó contra la cara externa del palo izquierdo de Marinelli fue una clara muestra de las intenciones del dueño de casa. Sin desesperarse, los de Avellaneda necesitaban irse al descanso con la ventaja para mantener la calma.
La respuesta del combinado de Néstor Gorosito se dio por la misma vía. Una pelota parada interpretada por Walter Montillo exigió a Gabriel Arias, quien tuvo que interceder para desviar al córner.
Pasado el cuarto de hora Racing sufrió una de las peores noticias. Zaracho, el volante que se convirtió en una de las figuras del campeón, tuvo que dejar la cancha por un desgarro que lo alejó de la Copa América. Su lugar fue ocupado por Andrés Ríos.
La incertidumbre en Racing fue capitalizada por Cachete Morales, quien se mostró incisivo con remates de media distancia y complicó al ex arquero de Defensa y Justicia.
Un centro de Guillermo Pol Fernández y un anticipo perfecto de Lucas Orban representaron el gol académico. El 1 a 0 fue un impulso para el elenco del Chacho. Las intervenciones de Lisandro López, Andrés Ríos y Darío Cvitanich fueron los argumentos más sólidos para concretar el objetivo, pero la fortuna se mostraba a favor de Tigre, ya que los palos le negaron el segundo grito a los locales. De todos modos, la idea de Coudet funcionaba.
La presión fue la clave para que Racing lastime a su rival. Las proyecciones ofensivas de Sigali, la marca de Augusto Solari y la perseverancia de Licha derivaron en el 2 a 0 que igualó la serie en el Presidente Perón.
En el partido de los accidentados, además de Zaracho los que debieron retirarse antes de lo pensado fueron Walter Montillo y Lisandro López. El espectáculo fue tan emotivo como dramático.
Una extraordinaria asistencia de Ríos para Cvitanich pudo transformar el triunfo en goleada, pero la defectuosa definición del ex atacante de Banfield le permitió a Marinelli evitar la conquista. La posibilidad de los penales seguía latente en el Cilindro.
Como si se tratara de un maleficio del destino, las lesiones continuaron impulsando las bajas. Neri Domínguez, con una contractura, y Néstor Moiraghi con un problema en sus aductores, debieron ser sustituidos en la etapa final del pleito.
En el cierre de la noche se le terminó la ilusión al Chacho. En una jugada polémica, en la que Racing reclamó una infracción en ataque y Nicolás Muscio se dejó ganar la espalda por Matías Pérez Acuña, el ex Vélez selló la clasificación de Tigre a las semifinales de la Copa de la Superliga. La Academia pagó un precio muy elevado el tropezón sufrido en Victoria y el Matador sigue haciendo historia. El descendido se comió al campeón del fútbol argentino.