El 10 no pudo ocultar su decepción tras la caída del Barcelona en la semifinal de la Champions.
Lionel Messi quería ganar la Champions League. Era uno de sus máximos objetivos de la temporada; incluso cuando comenzó el calendario deportivo del Barcelona en agosto de 2018 les dijo a los hinchas que su anhelo era volver a levantar "esa Copa tan linda". Pero otra vez quedó a mitad de camino.
Liverpool cayó en la ida por 0-3 y hoy ganó 4 a 0 en su estadio, el mítico Anfield Road, para la sorpresa de todos aquellos que ya creían al Barcelona y a Messi en una nueva final. Fue un resultado impresionante y que deja en la cuerda floja a varios históricos del conjunto catalán como Gerard Piqué, Sergio Busquets y hasta su entrenador, Ernesto Valverde.
Messi, no. Messi no está en dudas. El 10 probablemente juegue durante toda su carrera profesional en Barcelona. Pero el golpe de hoy fue duro y lo será en los próximos días. El argentino atraviesa un gran momento futbolístico y lo demostró en el choque de ida, pero hoy su equipo le falló en múltiples oportunidades.
Tras la caída, el rosarino fue fotografiado por todos los reporteros gráficos que estuvieron en Anfield. Sus gestos lo dicen todo.