En el mismo giro en el que se mató el piloto brasileño, el 1° de mayo de 1994, Nelson Piquet, Gerhard Berger, Michele Alboreto y Riccardo Patrese habían sufrido antes choques espectaculares.
La curva de Tamburello en el circuito de Imola cobró una triste notoriedad por el accidente que le costó la vida a Ayrton Senna en el Gran Premio de San Marino de 1994. Sin embargo, ya había claras muestras de su peligrosidad por otros durísimos impactos que habían sufrido otras estrellas de la Fórmula 1 en años anteriores, aunque habían quedado en simples anécdotas por no haber tenido víctimas fatales.
En los ensayos del Gran Premio de 1987, el brasileño Nelson Piquet, que ese año ganaría su tercer título del mundo, vivió en carne propia la rigurosidad de Tamburello, una curva hacia la izquierda tan leve que los pilotos la tomaban como si fuese una recta, a más de 310 kilómetros por hora. Si bien era sencilla de sortear, no admitía ni el más mínimo error del piloto o falla mecánica. En esos entrenamientos del viernes 1 de mayo, siete años exactos antes de la muerte de Senna, Piquet perdió adherencia en su Williams Honda y el auto salió despedido contra el muro, aunque para su fortuna golpeó de espaldas contra la pared. Por más que el vehículo quedó destruido, Piquet apenas sufrió algunos golpes y una molestia en el cuello, que sólo le impidieron correr la competencia del domingo.
El Gran Premio de 1989 pudo ser el último del austríaco Gerhard Berger, de no ser por la rápida y oportuna intervención de los bomberos Paolo Verdi, Bruno Miniati y Gabriele Vivoli. En la cuarta vuelta de la carrera, Berger buscaba adelantar al Riccardo Patrese cuando un error de diseño en los alerones, sumado a un toque a los pianitos, provocaron que su Ferrari no doblara en Tamburello y se estrellara de lleno contra el paredón. “Intenté girar...nada. Intenté frenar, nada. Me dije "Mierda, encógete para el impacto y rezá"", contó después Berger. Producto del fuerte impacto, la Ferrari comenzó a arder casi de inmediato, hasta que la rápida reacción de los tres bomberos le salvó la vida al piloto austríaco, que había perdido el conocimiento por la colisión.
Años después, Berger contó que había ido con el brasileño a la zona del golpe para intentar mejorar la seguridad del lugar. "Tras mi accidente, Ayrton me llamó para preguntar por mi estado y le dije que alguien se mataría en ese lugar, porque el muro está demasiado cerca de la pista", dijo Berger en una entrevista al semanario italiano SportWeek. "Tienes razón", respondió Senna, y lo invitó a ir un mes después a Imola para ver si se podía hacer algo para evitar que sucediera alguna desgracia. "Nos asomamos y nos dimos cuenta que estaba el río. Senna murió cinco años después exactamente en ese punto", se lamentó el austríaco.
Dos años después, mientras probaba su Footwork-Porsche, el italiano Michele Alboreto fue otro de los pilotos que conoció la dureza del cemento de Tamburello. Pese a la fuerza del impacto y a que el auto comenzó a prenderse fuego, el ex piloto de Ferrari y Tyrrell pudo salir caminando por sus propios medios. Diez años más tarde, el último italiano en ganar un Gran Premio de F1 con Ferrari moriría en un accidente mientras probaba un Audi en el circuito de Lausitzring para competir en Las 24 Horas de Le Mans.
El año siguiente también tuvo a la famosa curva como parte de un accidente, esta vez protagonizado por Patrese. Durante los ensayos del viernes, el italiano estaba simulando una carrera cuando pinchó el neumático trasero derecho y se estrelló contra el muro, para terminar del otro lado de la pista con su Williams-Renault totalmente destruido. Pese a múltiples hematomas en el cuerpo y un "latigazo" en el cuello, Patrese compitió el domingo y se subió al podio detrás de su compañero de equipo, el británico Nigel Mansell.
El 1 de mayo de 1994, el desenlace fue diferente. El choque del Williams de Senna acabó con la vida del brasileño y motivó también el final de Tamburello. A partir del año siguiente, la curva sufrió una modificación, con la suma de una chicana, que la hizo mucho más lenta y segura.