Los expertos creen que estamos a tiempo de salvar la especie. La solución es sencilla: lo que es malo para los humanos también lo es para estas aves. Y viceversa.
En los últimos 10 años el número de gorriones ha descendido en España un 20%, lo que supone unos 30 millones de ejemplares. En ciudades como Berlín o París se han perdido un 70%. En Londres hay zonas donde han desaparecido.
Recientemente, una campaña de concienciación con nidos en alquiler avisa del declive de las aves de barrio. ¿Los culpables? La contaminación acústica y medioambiental y la imposibilidad de anidar en edificios con pocos huecos.
Los expertos creen que estamos a tiempo de salvar la especie. Las soluciones son sencillas: lo que es malo para los humanos también lo es para estas aves, y viceversa. Deberían alimentarse de semillas o insectos, no de basura y restos de patatas fritas como ocurre ahora.
Muchos ayuntamientos están instalando casetas de madera para ayudarles a formar sus nidos.
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