¿Te gustaría saber dónde estaba tu ciudad durante el período Cretácico, cuando Norteamérica todavía no se había separado de Europa y Australia todavía estaba conectada a la Antártida?
Si vives en la ciudad de Nueva York, por ejemplo, te sorprendería saber que hace 240 millones de años durante la época del Triásico Temprano, tu ciudad estaba ubicada en medio de un inmenso supercontinente antiguo llamado Pangea, que incluía casi todas las áreas del planeta en la misma masa de tierra.
Hace unos 750 millones de años la ciudad que nunca duerme estaba sobre el terreno nuevamente como parte de otro supercontinente, Rodinia, que se encontraba en las últimas etapas de la separación.
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Puede rastrear dónde se ubicó un lugar en particular en la Tierra hace decenas o cientos de millones de años usando una ingeniosa herramienta en línea llamada Ancient Earth. Solamente deberás escribir el nombre de una ciudad, resaltarla y luego seleccionar una fecha antigua en su menú desplegable para ver dónde estaría tu dirección actual en un pasado lejano.
Ancient Earth fue creada por Ian Webster, el ingeniero de software tras Zenysis, una compañía con sede en San Francisco que realiza análisis y visualizaciones de datos diseñados para mejorar la prestación de servicios de salud en países en desarrollo. Anteriormente trabajó como ingeniero en Google y también en la NASA y para otras empresas de la industria espacial. También es el creador de Dinosaurpictures.org, que te permite buscar en una base de datos de imágenes de las criaturas antiguas, e incluso ver un dinosaurio al azar.
Para crear la visualización de la Tierra Antigua, Webster se basó en el trabajo del paleogeógrafo Christopher Scotese, cuyo Proyecto PALEOMAP ilustra el desarrollo tectónico de placas de las cuencas oceánicas y los continentes durante un período de 1.100 millones de años. Los paleogeógrafos utilizan una variedad de métodos para averiguar dónde estaba la tierra en el pasado antiguo, incluida la medición de los restos de antiguos campos magnéticos en formaciones rocosas de hierro.
“La parte más desafiante definitivamente fue descubrir cómo geocodificar direcciones y hacerlas retroceder a través de transformaciones tectónicas de placas”, afirma el creador de esta herramienta de simulación online a la plataforma How Stuff Works. “Fue un gran problema que me ayudó a comprender cómo la ciencia actualmente entiende la tectónica de placas”.