Estos son los siete lugares imprescindibles para conocer en 2020, con una gran curiosidad: por primera vez, uno de los lugares más increíbles para visitar está fuera de nuestro planeta
Viajar es uno de los grandes placeres de los que el ser humano puede disfrutar. Conocer lugares en cualquier rincón del mundo nos sirve para saber más de nosotros mismos y de la cultura que nos ha impulsado al punto vital en el que nos encontramos. Existen bellos paraísos naturales que merece la pena conocer de primera mano... pero, ¿alguna vez te has preguntado cuáles son los lugares más impresionantes del mundo? Estas son las siete maravillas de 2020.
Tradicionalmente se ha hablado de las siete maravillas del mundo antiguo, lugares que era necesario conocer pero de los que, a día de hoy, solo la Gran Pirámide de Guiza se mantiene en pie. Los Jardines Colgantes de Babilonia, el Templo de Artemisa, la Estatua de Zeus, el Mausoleo de Halicarnaso, el Coloso de Rodas y el Faro de Alejandría eran considerados como lugares únicos en el mundo. Pero, en la actualidad, otros espacios han ido tomando protagonismo para el viajero.
Así, ha sido la revista de turismo Condé Nast Traveler la que se ha encargado, en los últimos años, de hacer un listado de las siete maravillas del mundo que hay que conocer cada año. Ahora, acaba de publicar los siete lugares imprescindibles para conocer en 2020, con una gran curiosidad: por primera vez, uno de los lugares más increíbles para visitar... ¡no está en la Tierra! ¿Quieres saber cuáles son? Conoce las siete maravillas del mundo para 2020:
Se trata de uno de las ruinas mayas más increíbles del mundo. En ocasiones, muchos de estos edificios se han convertido en atracciones para el turismo, muy masificados y sin posibilidad de conocer en profundidad. Pero El Caracol es diferente: con más de 77 kilómetros cuadrados de extensión, alberga cientos de ruinas de edificios de una de las ciudades más impresionantes de la cultura maya, destacando Caana, una increíble pirámide de 44 metros de altura que se conserva casi intacta.
La NASA ha anunciado hace escasas semanas que la ISS podrá ser visitada por turistas de manera regular a partir de 2020. No en vano, puede ser considerada como la primera colonia humana más allá de la Tierra, pues no solo es la máquina más grande y compleja que nunca haya estado en el espacio -al menos, de la que tengamos conocimiento-, sino que lleva veinte años siendo ocupada por astronautas de manera continua. Ahora, se quiere abrir el abanico para el resto de mortales.
El glaciar Ruth, en Alaska, es uno de los lugares más desconocidos del planeta. Cubierto por un semicírculo casi perfecto de picos de montaña siempre cubiertos de nieve, en su interior alberga un secreto: un refugio, llamado Sheldon Chalet, que desde ahora puede ser visitado. Las impresionantes vistas rodeado de todo tipo de lujos lo convierten en un lugar único: no en vano, los expertos dicen que es uno de los mejores lugares del planeta para ver estrellas y auroras boreales por la noche.
Se trata del lugar más profundo del planeta, cuya parte más baja -conocida como el Abismo de Challenger- alcanza los 11.000 metros. O, dicho de otra manera, tiene el mismo tamaño que tres Teides. En los últimos años, el turismo de aguas profundas se ha convertido en uno de los mercados más en alza, donde se pueden visitar desde barcos hundidos a lugares realmente profundos. Pero ahora se puede conocer uno de los lugares con más misterio de nuestro planeta.
Hace unos 50.000 años, una roca del espacio de 300.000 toneladas impactó contra la superficie terrestre, en pleno desierto de Arizona. Con una potencia 1.000 veces superior a la de la bomba nuclear de Hiroshima, el impacto generó un increíble agujero de 1,2 kilómetros de diámetro y 170 metros de profundidad. Tiene el honor de ser el primer cráter en el que se demostró que nació como consecuencia de un meteorito, que se calcula que tenía unos 50 metros de largo y viajaba a 12 km/seg.
Descubierta en 2009, se trata de la cueva más grande del mundo. Esta increíble cavidad en mitad de la tierra mide más de nueve kilómetros de largo, contando con 200 metros de alto y 175 metros de ancho. O, dicho de otra manera, podría entrar en su interior un rascacielos de hasta 40 pisos. Casi nada. No en vano, en su interior hay estalagmitas que llegan a medir hasta 80 metros de altura, varios ríos, diferentes microclimas en su interior y con dos selvas bien diferenciadas.
Se trata de un impresionante lugar en el que ver uno de los grandes espectáculos del planeta: la bioluminiscencia. Es un fenómeno que solo ocurre en seis puntos del planeta, pero en la isla de Vieques se da el más potente de todo el planeta. Y es que alberga una especie especial de plancton, llamado dinoflagelados, que emiten una luz turquesa cuando se agitan. La increíble cantidad de estos pequeños organismos allí presentes convierten la zona en un espectáculo sin igual.