Mediante una nota firmada por todos los bloques, desde La Libertad Avanza hasta Unión por la Patria, resolvieron no aplicar la última actualización salarial.
Tras el escándalo generado por el aumento de las dietas a casi nueve millones de pesos, los senadores decidieron dar marcha atrás en su decisión. Mediante una nota firmada por todos los bloques, desde La Libertad Avanza hasta Unión por la Patria, resolvieron no aplicar la última actualización salarial.
El aumento de las dietas estaba vinculado a los incrementos salariales que reciben los empleados del Congreso. Sin embargo, debido a que las dietas de los legisladores son significativamente más altas, estos incrementos resultaban exponenciales. Los senadores acordaron que adoptarán una nueva modalidad de aumentos para evitar este tipo de subas desproporcionadas.
El incremento salarial, basado en la paritaria cerrada por los gremios estatales, permitirá a los senadores cobrar 9 millones de pesos mensuales, lo que desató críticas desde el Poder Ejecutivo
En abril, se había aprobado un proyecto que establecía que las dietas estarían conformadas por 2.500 módulos, más un adicional de 1.000 módulos por gastos de representación y 500 módulos por desarraigo. Este proyecto sumó una dieta extra para compensar el aguinaldo, lo que ya había generado controversia.
El aumento salarial, aunque similar al de la administración nacional, provocó críticas generalizadas, incluyendo las del presidente Javier Milei, quien calificó a los senadores de "estafadores" y les reclamó que "tomen conciencia de la Argentina que estamos viviendo".
La vicepresidenta Victoria Villarruel, quien preside el Senado, también tomó distancia de la medida, afirmando que es "facultad de los senadores desengancharse o no de las paritarias de los trabajadores". Finalmente, ante la ola de rechazo, los senadores decidieron no percibir el aumento, buscando calmar las tensiones generadas por la decisión.