Una serie violenta intenta llevar al mundo adulto al famoso grupo de superhéroes adolescentes. ¿Funciona o se queda a mitad de camino la serie que estrenó Netflix?
DC viene mejorando sus producciones a niveles sorprendentes, principalmente para competir contra las ultraexitosas series y películas de Marvel. Con Titans (titanes), posicionar lanzar a su conocido grupo de héroes como oscuros e intensos. Es decir, como todos los héroes de DC que llegaron a la pantalla.
Titans es un grupo de superhéroes que, para el que no está inmerso en el mundo de los cómics, puede parecer "clase B", pero que existe desde la década del 60 y que ha ganado mucho seguimiento durante los últimos años, particularmente gracias a la serie animada Teen Titans (Titanes adolescentes, el nombre original del grupo). En la serie, la primera de DC Universe, se deja en gran parte de lado lo adolescente de los héroes, y se concentran en su parte más violenta y oscura.
La primera temporada gira mayormente en Rachel Roth (Teagan Croft) una adolescente que piensa que algo maligno habita en su cuerpo, y que es buscada por varias personas por motivos misteriosos. Por suerte, termina junto a Dick Grason (Brenton Thwaites), un Robin que se alejó de Batman, hastiado del la relación que mantenía con el héroe. A ellos se unen, por motivos diversos, Kory Anders (Anna Diop) y Garfield "Gar" Logan (Ryan Potter), una misteriosa mujer con destructivos poderes y un chico que se puede transformar en tigre.
La historia es lo de menos, y los creadores de la serie lo saben. El arco general -la huída de Rachel de las fuerzas oscuras que pretenden utilizarla para destruir la Tierra- queda supeditada a decenas de desvíos que no avanzan la historia en lo más mínimo. En un capítulo tienen que ayudar a un amigo de la infancia de Dick y de paso vemos al nuevo Robin, en otro conocen a la Doom Patrol (otro grupo de superhéroes que podría tener su propia serie), en otro a Halcón y Alondra, en otro a Wonder Girl, y así. Mientras tanto, se van dando pistas de quién es realmente Rachel, y el peligro que representa.
Una particularidad interesante es que eligieron hacer uso de la ultraviolencia para una marca que estaba más asociada al humor y a temas livianos. Esa es una lección que DC todavía no aprende de Marvel: la comedia tiene más cabida en el mundo de los superhéroes de lo que parece, y el gran público desde hace un tiempo agradece más las risas que los golpes. Esto no significa que Titans no sea entretenida, pero sí que desperdicia mucho de su potencial tratando de manera seria tópicos que no lo son tanto, como todo lo que pasa con la Doom Patrol y sus extraños integrantes. En cambio, se dedica a profundizar en los dramas personales de los cuatro integrantes -en realidad, de Rachel y Dick- hasta casi el hartazgo, transformándose, a veces, en una serie difícil de seguir.
Titans es un producto extraño, que parece que se quedó a la mitad de lo que realmente buscaba. De todas maneras, los fanáticos seguramente agradecerán que DC Universe ya esté produciendo series, y disfrutarán las andanzas de Robin, Koriand"r, Raven y Beast Boy. La crítica no mostró mucho entusiasmo con la serie, con reseñas mayormente negativas.
Los 11 primeros capítulos se estrenaron en octubre en Estados Unidos, y llegaron al resto del mundo de la mano de Netflix este enero.