La modelo rechazó en LAM las acusaciones vinculadas a un emprendimiento inmobiliario y dijo que, lejos de ser responsables, ellos también fueron damnificados por la constructora Fare Group. "No se puede ensuciar así a la gente", reclamó, y advirtió que podría "actuar con la justicia".
Evangelina Anderson se refirió por primera vez a los rumores que la involucran -junto a su expareja Martín Demichelis, su padre y su hermana- en una denuncia por presunta estafa vinculada a un emprendimiento inmobiliario, tema del que se habló en la última emisión de LAM, el ciclo de Ángel de Brito. Según difundieron distintos medios, la abogada Florencia Arietto habría impulsado una acción judicial en la que figuran los nombres de los Anderson-Demichelis.
Frente a un cronista del programa, Anderson reaccionó con firmeza y desmintió cualquier acusación. "No, no, mentiras no, pavadas no. No tengo idea", respondió, visiblemente incómoda. Consultada sobre si conocía a Arietto, fue aún más tajante: "No sé quién es y ahora todos se cuelgan. No tiene nada que ver conmigo ni con mi familia".
La participante de MasterChef pidió responsabilidad al difundir información sin sustento: "Hay que tener cuidado cuando se mete a personas en cosas graves. No se puede ensuciar así a la gente, después no hay pruebas y el daño ya está hecho". Acto seguido, aclaró que su familia no formó parte de ninguna estafa, sino que también resultó damnificada por la constructora Fare Group, hoy en quiebra: "Fare era una constructora donde todos fuimos estafados. Perdimos mucho dinero, una suma muy importante. Nunca devolvieron nada. Es el trabajo de muchos años".
Defendió además a Demichelis, actual DT de Monterrey: "No se construyó nada, y ahora quieren ir contra el patrimonio de Martín. No hay negocios ni sociedades. Martín no tiene absolutamente nada que ver. Nos estafaron a nosotros, no al revés".