En el documental "Leaving Neverland" -que trata sobre los presuntos casos de abuso sexual de Michael Jackson-, hay un dato que impacta por su crudeza: el llamado rey del pop le regaló joyas de gran valor a menores de edad a cambio de que tuvieran relaciones sexuales con él.
Para algunos periodistas y gran parte del público, lo que muestra el documental, que fue presentado en el festival de Sundance, en Estados Unidos, es "devastador y muy perturbador".
El film está enfocado en el testimonio de dos hombres, Wade Robson y James Safechuck, que aseguran que Jackson abusó de ellos cuando eran niños.
Los representantes del legado del artista, que murió en 2009, señalaron que se trataba de un "intento patético de conseguir dinero fácil con el nombre de Michael Jackson".
Tanto Robson como Safechuck tenían 10 años cuando conocieron al cantante y se volvieron amigos, tanto ellos como sus familias.
Ambos señalan que fueron víctimas de abusos sexuales por parte del cantante hace cerca de 20 años.
En 2003, la policía allanó el rancho californiano de Neverland, donde vivía Jackson, por la denuncia de otro menor, en ese caso de 13 años, por delitos similares.
Ese caso fue a juicio y Robson fue uno de los testigos principales. Dijo en esa ocasión, bajo juramento, que el cantante había abusado de él.
Jackson fue absuelto de todos los cargos en 2005.
Con el tiempo, Robson se convirtió en padre y confesó en una entrevista que, después de dos fuertes crisis nerviosas, le había revelado a su terapeuta el gran secreto que estaba guardando.
"Dolor, rabia y asco me daba la sola idea de que algo así le pasara a mi hijo", dijo.
En 2013, denunció a los representantes legales del legado de Michael Jackson por el delito de abuso sexual en contra del cantante. Sin embargo, un juez decidió que había esperado mucho tiempo para iniciar una acción legal.
Documental creíble
El documental ahora estrenado ha sido dirigido por Dan Reed y se ha presentado de la siguiente manera: "A través de desgarradoras entrevistas con los ahora adultos y sus familias, Leaving Neverland retrata una explotación y un engaño sostenidos".
El periodista Adam B. Vary publicó después de ver el documental: "Los profundos testimonios de Robson y Safechuck recibieron ovación de pie después de la proyección. Hay muchas cosas de las que hay que hablar, pero diré esto: es un documental devastador, pero sobre todo, muy creíble".
Leaving Neverland has left people appalled and wondering how Michael Jackson got acquitted. And we’ve only seen part one so far #Sundance2019
— Francesca Bacardi (@OriginalFresca) 25 de enero de 2019
Por su parte, Kenneth Turan, del diario LA Times, escribió: "Antes de la presentación del documental Leaving Neverland, un productor indicó que "habría profesionales de salud mental disponibles en el lobby del teatro" si se necesitaban. Es un documental muy intenso".
"Tremendo. Todos estábamos equivocados cuando éramos fanáticos de Jackson", escribió la crítica de cine Mara Reinstein, de la revista US Weekly.
Como Wade Robson y James Safechuck en un principio habían apoyado a Michael Jackson y habían dicho que nunca había abusado sexualmente de ellos, los seguidores de la estrella pidieron que se retirara de exhibición el documental.
Por su parte, la entidad que administra el legado del músico respondió que "la película toma como ciertas denuncias no corroboradas. Todo lo que se narra allí supuestamente sucedió hace 20 años y el documental lo trata como un hecho".
"Ambos declararon bajo juramento que estos eventos nunca ocurrieron. Además, no han proporcionado una sola evidencia de sus acusaciones, lo que significa que toda la película depende únicamente de la palabra de ellos dos".
Y añadió que debido a que el director decidió no entrevistar a nadie más que a los dos hombres y sus familias, "descuidó la verificación de los hechos con el fin de elaborar una narrativa tan descaradamente unilateral que los espectadores nunca pueden obtener un retrato equilibrado de lo que pasó".
Michael Jackson siempre negó cualquier acusación de abuso mientras estaba vivo.
El artista murió el 25 de junio de 2009, a los 50 años de edad, después de recibir una dosis letal del agente anestésico propofol.
BBC