El gobierno estadounidense ha solicitado a Apple en varias ocasiones que permita acceso a iPhones relacionados con crímenes
Nuevamente ha habido una diferencia de opiniones entre Apple y el gobierno estadounidense, que insiste en solicitar a la casa de Cupertino el acceso a iPhone propiedad de delincuentes con la intención de investigar, sin embargo la información contenida en cada iPhone está cifrada y sólo es posible desbloquearlo a través del código de bloqueo.
La privacidad es uno de los puntos que Apple más presume de sus sistemas operativos, porque en la era digital el acceso a los datos de cualquier persona puede resultar sumamente peligroso.
Este debate ético sobre desbloquear o no los iPhone, regresó debido a un incidente ocurrido el 6 de diciembre en una base militar en Pensacola, Florida, donde un oficial de la Fuerza Aérea de Arabia Saudita, llamado Mohammed Alshamrani, se encontraba bajo entrenamiento en la base de Pensacola, y se le atribuye la muerte de tres marines, para posteriormente ser aniquilado con armas de fuego.
Este suceso fue categorizado como terrorista por parte del gobierno estadounidense, ya que se encontró una posible coincidencia de identidad entre Alshamrani y un usuario de Twitter quien publicó una serie de textos en contra de Estados Unidos justo antes de la muerte de los marines.
A raíz de esta situación el gobierno estadounidense solicitó a Apple que descifrara los iPhone propiedad del oficial árabe, sin embargo Apple ha vuelto a rechazar la solicitud gubernamental.
En 2014 se inició con el cifrado de los datos en los diferentes dispositivos de Apple, en los que se incluyen los SMS y fotografías, y como medida de seguridad, se eliminará toda la información después del décimo intento de ingresar el código de cuatro dígitos.
La seguridad de los datos sigue siendo un área gris, porque los usuarios tienen derecho a resguardar su información, así como Apple tiene la obligación de proporcionar esa seguridad, aunque las autoridades quieran tener acceso a ellas, y el problema no es que las autoridades puedan tener la información, es el mal uso o interpretación que podrían darle.