Si de alimentación saludable se trata, es importante cuidar qué, cuánto, cómo y cuándo se consumen ciertos alimentos. Por ejemplo, una de las recomendaciones es no comer fruta antes de ir a dormir, pero, ¿por qué?
La nutrióloga Sara Abu Sabbah explica que la fruta es una buena opción para comerse durante el día porque aporta vitaminas, fructosa, minerales y fibra. Es un alimento con bajo contenido calórico.
A pesar de lo anterior, hay quienes afirman que comer fruta de noche favorece el aumento de peso, incrementa los niveles de azúcar en la sangre y causa indigestión por la fermentación que provoca en el organismo.
¿Por qué evitarlo en la noche?
Sara Abu explica que abunda la creencia de que comer fruta en la noche te hace engordar porque contiene azúcares simples de rápida absorción y es en este lapso del día cuando gastas relativamente poca energía, entonces el azúcar de la fruta se almacena en el organismo haciendo que subas de peso.
La cantidad de fruta aconsejada va de 3 a 5 unidades de fruta al día. Si te pasas de la cantidad de calorías que necesitas, ganarás peso sin importar si son de la fruta o de otro alimento”, agrega la nutrióloga.
Otra de las razones por las que se recomienda evitar las frutas en la noche es porque aumenta los niveles de azúcar en la sangre debido a su contenido de fructosa. Sin embargo, esto podría pasar a las personas diabéticas. Por su condición, tienen un horario específico para ingerirlas.
Al respecto, Señala Naomi Tupper, especialistas en nutrición, dietética y biotecnología, dice que hay frutas con mucha azúcar que puede provocar la sensación de hambre por alimentos dulces. La opción es elegir aquellas con bajo nivel glucémico como la pera, manzana, ciruelas o toronjas.
Una afirmación más se basa en el hecho de que las frutas llegan a causar indigestión, aunque es probable que sucede, sobre todo si no se modera su consumo.
Al ser un alimento que contiene enzimas que están activas para seguir el proceso de maduración de la fruta ayuda a procesar los alimentos. Tal es el caso de la papaína de la papaya que facilita la digestión de las carnes, agrega Sara Abu.
Las nutriólogas Sara y Naomi coinciden en que como todos los alimentos, si se excede su consumo puede predisponer al aumento de peso porque la fruta es rica en azúcares naturales.
Asimismo, sobrepasar las raciones diarias recomendadas podría provocar malestares gastrointestinales por su alto contenido de fibra y de ciertos ácidos.
Lo mejor es cenar con moderación y evitar aquellas frutas demasiadas ácidas como la naranja, así como con gran cantidad de azúcar como el plátano, uva, sandía o melón.
La clave está en ser consciente de las porciones, comerlas por lo menos antes de tres horas de irse a dormir y evitar aquellas altamente calóricas o con gran cantidad de azúcar.