La obesidad provoca muchos problemas de salud. Los últimos informes señalan que puede estar relacionado con una menor presencia de materia gris
No es un secreto que la obesidad afecta gravemente a la salud. Diabetes, hipertensión, problemas óseos, enfermedades cardiovasculares o cardiacas... son muchos los problemas que acarrea. Ahora, un nuevo estudio sugiere que esta condición también puede afectar a la estructura del cerebro. Para ello, realizaron una serie de exploraciones cerebrales y encontraron que los niveles más altos de grasa corporal están ligados a volúmenes cerebrales más bajos en ciertas áreas.
¿Qué significa esto? Que las personas con obesidad tenían cantidades reducidas de materia gris. El cerebro está compuesto de materia blanca y gris. La primera es una parte del sistema nervioso central compuesta de fibras nerviosas mielinizadas y se encarga de transmitir las señales eléctricas que las células cerebrales (es decir, neuronas) utilizan para comunicarse. La segunda, por otro lado, está formada en su mayoría por cuerpos de células neuronales y células gliales (que proporcionan nutrientes y energía a las neuronas y también ayudan a transportar la glucosa al cerebro o lo limpian de exceso de sustancias químicas).
Las investigaciones aún tienen que avanzar y demostrar que la pérdida de peso podría tener consecuencias positivas en el cerebro
El vínculo entre grasa corporal y volumen cerebral es más fuerte, según el estudio, en los hombres que en las mujeres. Los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Leiden (Países Bajos) no solo observaron cambios en la materia gris, también en la blanca. Este informe se suma a un creciente grupo de investigaciones que relacionan la obsesidad con los cambios cerebrales.
Recientemente otra investigación recogida en Reino Unido con 12.000 personas con una edad promedio de 62 años, ya concluyó que las personas obesas tenían niveles más bajos de materia gris. En esta ocasión se utilizó la relación cintura-cadera para hacer las medidas, informa "Live Science".
Aun así, como los propios investigadores dijeron, se necesitan más estudios para declarar si el vínculo es totalmente real y determinar si la pérdida de peso podría beneficiar al cerebro. Las investigaciones sí parecen apuntar que en el caso de los hombres, los niveles altos de grasa corporal estaban relacionados con un volumen general más bajo de materia gris y en otras áreas del cerebro, como son el tálamo, el hipocampo, el globo pálido o el putamen (una estructura situada en el centro del cerebro que forma el globo lenticular).
Algunas de estas áreas están involucradas en el circuito de recompensa del cerebro (el encargado, entre otras cosas, del aprendizaje asociativo y las emociones con valencia positiva, en particular las que involucran el placer como un componente central), y otras ayudan a regular los movimientos del cuerpo. Entre las mujeres, los investigadores encontraron un vínculo solo entre la grasa corporal y el volumen reducido en el globo pálido, uno de los tres núcleos que forman los núcleos basales (o masas de sustancia gris).
Una de las teorías más frecuentes es que los niveles altos de grasa corporal pueden producir una inflamación que daña el tejido cerebral. Los investigadores dijeron que los volúmenes cerebrales más pequeños observados en el estudio podrían indicar una pérdida de neuronas en esas áreas. Aun así, debido a que el estudio se realizó en un momento concreto, no está claro si la obesidad cambia el cerebro o si las personas con volúmenes más bajos de materia gris en ciertas áreas tienen un mayor riesgo de obesidad. Por eso, insisten en que se debe hacer un seguimiento constante de las personas que se ofrecieron a formar parte de la prueba, para examinar si los cambios en su físico también se producen en la estructura de su cerebro.